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Arquitectos: 2712 / asociados
- Área: 165 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Pablo Casals-Aguirre
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Proveedores: Accoya, B&P, Budnik, Duomo, Leaf, Leaf Panel, Sistema Muebles
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa se sitúa en un barrio residencial cuyo origen, a principio de los años 60 era de viviendas aisladas de 67m2 en un piso, estructuradas en paneles de hormigón prefabricados y techumbre a dos aguas de cerchas de madera. El auge económico del sector ha generado un mejoramiento continuo de las viviendas, siendo esta una de las pocas casas que aún permanecían en su versión original, sin intervenciones de ningún tipo.
La remodelación propuesta considera la expansión de la casa horizontalmente [adosándose a los bordes de los deslindes oriente y poniente] y verticalmente con un segundo piso de estructura liviana. Esto permite concentrar la ocupación del terreno de 280m2 en el centro del mismo, liberando hacia la calle un espacio de antejardín, estacionamientos y acceso y hacia el fondo del sitio un jardín amplio en todo el ancho del terreno.
Los espacios interiores se trabajan buscando amplitud y luz natural. En el centro de la casa se configura un vaciado de doble altura que conecta espacialmente los dos niveles, al mismo tiempo que sirve para articular el programa en primer piso y separar las habitaciones del segundo nivel, logrando intimidad y privacidad.
Se privilegia el uso de materiales nobles tanto en su estructura como en sus terminaciones y revestimientos, poniendo en valor las texturas y características propias de cada material.
La casa se abre generosamente hacia el norte y se cierra hacia el poniente, buscando un control térmico modulado también por las ventilaciones cruzadas que se planifican en base a las diferencias de asoleamiento [por ende de temperatura] de los distintos sectores de la propiedad.
El revestimiento de madera del segundo piso genera un muro ventilado que ayuda a disminuir la transmitancia térmica y acústica, a la vez que entrega un acabado fino, uniforme y elegante. Los exteriores de primer piso se pintan de un tono neutro y oscuro que, en contraste con los interiores blancos e iluminados configuran una paleta de colores simple pero sofisticada.
La nueva vivienda no sólo es más extensa [165m2], sino que logra una mejor ocupación del terreno, una nueva relación con los bordes, con los espacios exteriores, con el clima y con el contexto urbano en el cual se emplaza.