- Área: 1710 m²
- Año: 2018
-
Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El centro deportivo Queens Centre se ubica en las inmediaciones del bosque de Bellver, en el barrio palmesano de la Bonanova. El centro se proyecta para dar servicio al Queens College, situado a escasos metros del complejo deportivo. La parcela tiene una pendiente descendente hacia el bosque de Bellver que le otorga una impactante vista del castillo Bellver, construcción emblemática de Palma. Uno de los objetivos primordiales del proyecto ha sido la integración del edificio en el entorno y minimizar la presencia desde la calle de acceso, permitiendo las visuales hacia el Castillo de Bellver, cuya presencia ha marcado el proyecto.
El complejo deportivo queda semienterrado en la topografía y se opta por ubicar el campo de fútbol en la zona más próxima a la calle y dejar la piscina, gimnasio y resto de instalaciones en la zona más baja de la parcela. Esa manipulación topográfica, unida a la elección de materiales naturales, nos permite crear una cubierta con usos deportivos, debajo de la cual se ubica el complejo deportivo, sin que su presencia, interfiera con el bosque de Bellver.
El acceso al edificio se realiza por un camino lateral descendente hasta un pequeño vestíbulo exterior en el que descubrimos el gran vacío de la piscina. Inesperado y sorprendente. La luz inunda el espacio desde las fachadas de los muros de vidrio. La madera listonada de los techos, se hace presente como elemento unificador entre todos los espacios del complejo: piscina, sala multifuncional, aula de usos múltiples, accesos y sala entrenamiento personal.
Los distintos espacios se distribuyen entorno a una caja blanca que acoge los vestuarios y desde la cual se accede a la piscina y al resto de espacios multifuncionales. Sencillez y eficacia en las circulaciones del edificio al situar en el centro los vestuarios como nexo comunicador con los diferentes espacios donde se realizan las actividades deportivas. El vaso de la piscina se enfrenta a un amplio ventanal que introduce el entorno natural en el edificio y transmite al usuario de la instalación la sensación de practicar actividad en la naturaleza.
Desde el campo de fútbol se puede acceder a un porche y gradas, espacios de sombra que vuelcan sobre el vacío de la piscina. Se ha unificado el pavimento de las gradas y el porche de la planta primera con el campo de fútbol para dar una continuidad entre espacios exteriores y espacios cubiertos. Se han planteado recorridos exteriores que rodean la piscina, desde los cuales se puede observar las actividades acuáticas. Una rampa sube a la cubierta del edificio desde donde se puede contemplar la panorámica del castillo de Bellver y el bosque que lo rodea.
Las fachadas van revestidas de listones de madera de ciprés colocados en vértice produciendo un dinamismo de vibraciones de luces y sombras que va cambiando a lo largo del día. La sala multifuncional está comunicada con el espacio de la piscina. Sucesiones de planos, espacios, trasparencias que se enriquecen por la diversidad de la geometría del complejo y por la variedad de puntos de vistas de los espacios que dan lugar a un juego de luces, de perspectivas que contribuyen a singularizar el edificio.
El resultado del edificio ha supuesto una arquitectura que ha aportado una optimización de los recursos energéticos y la minimización del consumo del edificio con la incorporación de materiales sostenibles y unas instalaciones de alta eficiencia. Todo ello, ha dado lugar a un edificio eficiente respetuoso con el entorno, combinado con una arquitectura concisa y coherente en sus objetivos.