Se podría decir que la Bienal de Arquitectura de Venecia es una de las exposiciones con mayor trascendencia a nivel mundial. Creada en 1895 bajo el título de “Exposición Internacional de Arte de Venecia”, la Bienal es al día de hoy una de las instituciones culturales más importantes del mundo, consolidándose como una plataforma universal en la cual las naciones exponen su producción. Por este motivo, cada dos años, el mundo vuelca su mirada hacia Venecia.
La sección de Arquitectura dentro de esta exposición fue creada en el año 1980, 85 años después, con el objetivo de exhibir, exponer y postular las propuestas y desarrollos arquitectónicos de los diversos países participantes, ofreciéndoles la oportunidad de mostrar su producción y brindándoles una herramienta para posicionarse en el contexto internacional.
Argentina se estableció como el primer país latinoamericano en participar de la Bienal al enviar, en 1901, la obra de Pio Collivadino, pintor grabador y escenógrafo argentino. A pesar de su pronta participación, no fue hasta hace 7 años que el país tuvo su propio pabellón permanente -como si lo habían tenido antes Brasil, Uruguay y Venezuela-. Afortunadamente, a partir del año 2012 la Argentina adquirió su propio pabellón, definido por 500 metros cuadrados dentro de la Sala de Armas de los Arsenales. Esta sala, en conjunto con el histórico pabellón Giardini son los principales recintos del evento, ocupando el país un lugar central en el espacio de la exposición.
Si bien la Bienal es una vitrina que legitima la producción de los expositores y los posiciona en el radar mundial, también es un espacio de debate y de reflexión que invita a la reflexión. Una oportunidad para replantearse el camino hacia la nueva arquitectura, de dialogar con la producción mundial para comprenderla, de intercambiar posiciones, de estimular discusiones sobre los valores arquitectónicos y de tener una visión crítica en cuanto al futuro.
La Argentina siempre ha intentado exponer con orgullo la producción de sus arquitectos, tanto de los jóvenes como de los ya consagrados, buscando otorgarle al mundo un reflejo fiel de sus trabajos y de sus reflexiones, condensando el esfuerzo y el pensamiento gestado en sus tierras. Por este motivo, y orientándonos hacia la decimoséptima edición de la Bienal de Arquitectura, recopilamos los pabellones que han representado a la Argentina en la Bienal de Venecia.
"Ideal / Real" Pabellón para la Bienal de Venecia 2014
El Pabellón argentino para la Bienal de Venecia de 2014, curado por los Arquitectos Emilio Rivoira y Juan Fontana buscó profundizar, abarcando un lapso de cien años, en la dicotomía existente entre la evolución e interpretación de las ideas “modernas” (lo IDEAL), y lo que finalmente construyó y materializó nuestra sociedad, dando forma a nuestro modo de habitar (lo REAL). Así, entre lo IDEAL y lo REAL, una instalación de biombos materializados en madera organiza el espacio exponiendo imágenes y videos.
El mundo de lo IDEAL resume la aspiración de cambio, el deseo, la fascinación y el compromiso con las nuevas ideas. Expone el desafío y frustración, los ideales y sus malas interpretaciones, la excelencia y lo ordinario, lo sagrado y lo profano. Cosas aceptadas y malentendidas. Mientras tanto, el mundo REAL sobre la base de estos sueños idealistas, añadió seguidores a una cultura de cambio. Esta consistió en una nueva forma de construir, más simple, más inclusiva, que nació acompañada de nuevas normas de construcción y planificación, nuevas tecnologías industriales, otras maneras diferentes de organizar la construcción y por sobre todo una nueva forma de enseñar arquitectura.
"ExperimentAR, Poéticas desde la Frontera" Pabellón para la Bienal de Venecia 2016
Bajo la curaduría del Arquitecto Atilio Pentimalli, El Pabellón Argentino para la Bienal de 2016 titulado 'ExperimentAR, Poéticas desde la Frontera', abordó el concepto de la experimentación presentando una serie de estructuras autoportantes de listones de madera, entrelazadas laberínticamente que invitan a sumergirse en una atmósfera de exploraciones arquitectónicas.
Además, se orientó la exposición hacia obras argentinas que hayan logrado a través de la experimentación y la exploración en lo cotidiano ir más allá de la norma. Obras que hayan podido ganar la batalla diaria contra los códigos, la falta de recursos económicos, las condiciones fluctuantes del país, los tiempos y las exigencias del mercado, a través de la inteligencia, la intuición, el trabajo y el talento argentino.
"Vértigo Horizontal" Pabellón para la Bienal de Venecia 2018
La exposición de 2018, curada por los arquitectos Javier Mendiondo, Pablo Anzilutti, Francisco Garrido y Federico Cairoli, indagó sobre los conceptos de humanidad y espíritu democrático, proponiendo un diálogo transversal entre espacios geográficos y lugares arquitectónicos.
Bajo el título de “Vértigo Horizontal”, el pabellón de Argentina constituyó una invitación a redescubrir el territorio como una construcción colectiva y a entender la arquitectura en su capacidad de suscitar generosidades inesperadas en cada proyecto. Lo horizontal es al mismo tiempo geografía, arquitectura y escala humana.
"La Casa Infinita" Pabellón para la Bienal de Venecia 2020
Desarrollado por el arquitecto Gerardo Caballero, con la colaboración de Paola Gallino, Sebastián Flosi y Franco Brachetta, "La casa infinita", un proyecto inspirado en las casas tradicionales argentinas, representará al país en la próxima exposición internacional de arquitectura de la Bienal de Venecia (entre el 23 de mayo y el 29 de noviembre del 2020). El proyecto reflexiona sobre la identidad de la casa popular argentina: la casa chorizo. La casa infinita apuesta a extender los límites de lo doméstico y remarca la importancia de lo colectivo por sobre lo individual, determinando que una casa puede ser mucho más grande que la propia vivienda "puede ser la ciudad, el país y hasta el mundo".