Una de las primeras cosas que escucho al llegar, es que la sexta edición del Evento Académico de la Escuela de Arquitectura (EARQ) no sólo fue organizada por estudiantes, sino que corresponde a parte de la agenda para graduarse como arquitecto de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE-SI). Este trabajo de gestión, sin dudas, tiene ciertas condiciones que se aproximan bastante a lo que reconocemos necesario hoy en día en nuestra disciplina.
¿Qué conocimientos o habilidades alguien puede obtener de desarrollar un congreso, un encuentro, una conferencia, o una charla, que pueda utilizar en un futuro laboral dentro de la arquitectura?
En esta experiencia, antes que nada participaron numerosos conferencistas nacionales e internacionales (Lucas Carranza, Cuqui Rodríguez y Juan A. Andrade de JAG STUDIO, Vera Primavera, Esteban Benavides de Al Borde, Carlos Patrón de TACO Taller de Arquitectura Contextual, Carlos Valarezo, Marcela Gonzáles de Oficio Taller, Manuel Gonzáles de TECTUM, Abraham Cota Paredes, BEarq, Cristina Correa, entre otros) a los que se sumaron casi 50 ponencias académicas de investigadores y docentes de todo el país. Además, talleres sucedieron en diferentes locaciones en simultáneo. Algunos requerían pinceles y pintura, otros maderas y cartones, entre más exigencias de cada uno.
Esto significa, mucho trabajo y logística. Equipos diferenciados colaborando -algo muy similar a lo que sucede en la construcción- que debían asegurar un resultado exitoso. Pero para indagar un poco más en el asunto, mantuvimos conversación con los estudiantes coordinadores y participantes, y esto fue lo que aprendimos:
Sentido común para desarrollar cualquier tipo de tarea.
La apertura a la realidad luego de finalizar los estudios académicos suele ser brutal. Probablemente nadie venga y te pida algo, sino que está en uno ir a buscar -o crear- los problemas que resolver - y resolverlos. Henri Bergson define al sentido común como "la facultad para orientarse en la vida práctica", y aquí, parece que tener la habilidad de desarrollar cualquier tipo de proyecto, puede ser clave.
Como docente, me parece interesante que los estudiantes ejerciten las herramientas de "proyecto" referentes: a idear, planificar y ejecutar satisfactoriamente cualquier tarea que se propongan. - Guillermo Romero. Docente de la Escuela de Arquitectura en PUCE-SI.
Nadie te va a esperar (el detalle y la puntualidad lo es todo).
Una vez que todo comienza, las cosas van a suceder, y rápidamente, quieras o no. No habrá mucho tiempo para planificar por lo que importante es que sucedan de la mejor manera posible.
Mantener actitud positiva y saber afrontar cualquier situación que se presente, saber gestionar de manera estricta; en si no dar nunca nada por hecho. No debemos perder de vista los detalles pequeños y no descuidar aquellos que parecen insignificantes. - Gabriela Vásquez Yánez, Estudiante.
Confianza es trabajar en equipo y saber delegar.
Seguramente, ya te diste cuenta que no puedes dividirte ni cubrir varias cuestiones en simultáneo. Quieras o no, gran parte de la planificación y ejecución está justo en ese momento donde se decide quién va a realizar cada parte.
Si tenemos claro que vamos a planificar, donde y cómo, los resultados serán positivos por qué habrá un control a varias escalas. Sabremos cubrir cada lugar y sabremos quienes son las personas ideales para ese cargo. - Jhustine Haro, estudiante organizador.
Negociar se aprende con la práctica.
Idear, presupuestar, contactar distintos actores sociales, planificar y ejecutar. De base, hay muchas personas involucradas externas a tu equipo. Mantener una comunicación pertinente y entender cuando ceder o exigir es una gran tarea. Muchas veces sabemos menos de nuestros derechos que de nuestras obligaciones.
Recordemos que el factor más crítico en el ámbito de la arquitectura es la cohesión social y el desenvolvimiento con el usuario, por ello gestionar eventos a macro escala siempre deja la experiencia necesaria para asumir nuevos retos entorno a nuestra profesión. - Patricio Díaz Quintana, Estudiante.
Hay tiempos para trabajar, pero hay tiempos para divertirse.
Entre conversaciones de minutos durante las distintas actividades en los intensos días de trabajo, recordemos que antes que nada somos personas, y que esto tiene sentido cuando se obtiene una buena experiencia tanto de aprendizaje como emocional.
Gestionar un evento nos abre nuevas puertas no solo en el ámbito arquitectónico. En lo personal hice amistades de las cuales aprendí no solo arquitectura, sino la humildad que ellos tiene, son grandes arquitectos y en poco tiempo se volvieron grandes amigos. - Fausto Andrés Fajardo Álvarez, estudiante organizador.
Pero una de las conocimientos a mi criterio más importante, como bien señala el estudio argentino A77, es comprender que 'si quieres cambiar algo (o en este caso hacer algo), debes juntarte con otros que también quieren eso y no esperar tantas operaciones institucionales'.
