- Área: 191 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Jakub Skokan, Martin Tůma / BoysPlayNice
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Proveedores: JÁNOŠÍK OKNA-DVEŘE, Wienerberger, Ytong
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La tarea era clara: diseñar para nosotros una casa de campo contemporánea.
Comenzamos explorando el concepto de un pueblo contemporáneo de Moravia. Hoy, la definición de una casa rural en República Checa parece ser ambigua. Dentro de un pueblo, ya nadie presta atención al contexto histórico y de asentamiento. Creemos que la aldea checa experimenta una de las mayores crisis de planificación urbana de la historia.
Nuestro objetivo era mostrar que una casa de campo no debe actuar como una villa urbana ubicada descuidadamente en el centro del sitio, un fenómeno común en la mayoría de los proyectos actuales. En lugar de aislar la vivienda de sus alrededores, necesita abrirse y encontrar el camino de regreso a la calle. En lugar de alejarnos de la calle, queríamos resaltar su existencia.
A diferencia de un garaje, una ventana prominente debía articular la conexión entre el interior y la calle. Sin embargo, mantener la privacidad de los habitantes fue una consideración importante: un patio privado ubicado detrás de una pared también es una característica bien conocida de las casas de campo locales.
Ubicación
La casa está situada en el borde de un pueblo, donde las villas de carácter más urbano han reemplazado la estructura rural tradicional. Parece como si la casa formara un límite imaginario entre el viejo y el nuevo urbanismo. La trama es estrecha e inclinada. Nuestro diseño salió en una forma alargada en una sola planta.
La escala de la casa corresponde a la de una granja tradicional local. La frontera del edificio ha regresado tan cerca de la calle y los vecinos como lo permiten las regulaciones y las relaciones entre la comunidad. Si fuera solo para nosotros, la residencia habría sido empujada hasta el borde del campo, como era habitual cientos de años antes.
Como el propietario de la casa trabaja en agricultura, primero consideramos usar tierra apisonada como material para las paredes exteriores. Usando este método, habríamos tenido un montón de paja y estiércol baratos a nuestra disposición. Pero al final, el inversor optó por usar bloques de hormigón convencionales. El techo es de color rojo brillante y las paredes de color blanco son tan puras que estrechan los ojos. El porche tradicional proporciona una agradable sombra.
Una fachada a dos aguas con un ventanal forma la cara de la casa. El ventanal se abre suavemente a través de la fachada y la superficie gradualmente parece suavizarse. Esta es una de las principales características de la casa. Nos esforzamos por maximizar la vista y formar una relación entre la casa y la calle. Al mismo tiempo, queríamos articular el muro de dos aguas representativo de una casa de campo en un lenguaje contemporáneo. Nos negamos a conformarnos con pequeñas ventanas y deseamos evitar el romanticismo exagerado.
