Los espacios con sus determinados usos se comunican a través de las circulaciones. Cuando trascienden el eje vertical son las escaleras, las rampas y los ascensores los elementos que funcionan como circulación. Hay quienes aprecian estos elementos arquitectónicos como protagonistas en la configuración espacial.
Las escaleras sin lugar a dudas oscilan en todos los rangos del espectro entre la mera funcionalidad hasta las que se proyectan como piezas escultóricas. Las escaleras de los proyectos del estudio de Bogotá, Colombia, Yemail Arquitectura no son excepción.
No pensamos demasiado en las escaleras. Lo mas bonito de las casas antiguas eran las escaleras y son lo mas feo, lo mas frio, lo mas hostil, lo mas mezquino de los edificios de hoy en día. Deberiamos aprender a vivir mucho más en las escaleras. Pero ¿cómo? – Georges Perec
Entre los elementos esenciales que conforman el espacio, las escaleras ocupan un capítulo singular. Si a partir de la construcción del techo podemos hablar de refugio, es a través de la escalera que la arquitectura conquista la idea de la altura. Los niveles no solo son una sucesión entre placas si no también la interpretación de su contexto geográfico y topográfico. Y eso, en una ciudad tan densa y de lotes con frentes pequeños como Bogotá, lo es todo.
Sin escalera no hay arriba y abajo, el espacio no interactúa con el aire; este le debe cualquier conquista vertical. Las escaleras se piensan con reglas de precisión y la justa proporción del cuerpo, pero se desbordan hacia la indefinición: Tienen tanto de infraestructura como de mueble, son tanto lugar como circulación. Son el centro de la experiencia en ascenso y una forma sintética que reviste belleza incluso para resolver las cuestiones más prácticas. Basta con pensar la sutileza de las escaleras de un barco o la plasticidad de una en espiral. Siempre resistiendo la expresión de la materia más rudimentaria o la de la más fina artesanía.
Es por eso mismo que han sido material de trabajo en todas las arquitecturas, en todas las épocas.
Desde los aterrazados incas en Moray hasta la escalinata de llegada al ayuntamiento de Saynatsalo
de Aalto.
En Bogotá, por ejemplo, uno se puede llevar una experiencia muy significativa, de cómo se tejen
geometrías de naturaleza diversa, al recorrer la escaleras que van desde la Carrera 5ta, desde la
Torres del Parque (Rogelio Salmona) y su domesticación de la montaña, pasando por la del hilo
que se abre paso con los recortes del Edificio de la Sociedad Colombiana de Arquitectos (Idem) y el
Banco de Crédito (Camacho Guerrero), hasta llegar a la Carrera 13 atravesando la levedad que
conforma el vestíbulo del centro internacional (Cuellar, Serrano, Gomez). Toda una escuela al aire
libre.
Estas son unas fotos son una selccion de escaleras diseñadas en proyecto de Yemail arquitectura
entre 2007 y 2020 que exploran el gradiente entre lo público y lo privado, la posibilidad de permitir encuentros, de ascender con un recorte de cielo o de ganar una terraza inesperada.