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Arquitectos: André Ávila Arquitetura, Luis Canepa Arquitetos
- Área: 166 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Romulo Fialdini
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Proveedores: Adobe, AutoDesk, Chaos Group, Deca, Decortile, GRAPHISOFT, Gerdau Corsa, Suvinil, Trimble
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en una región marcada por la diversidad y en constante desarrollo y movimiento, el bar emerge como un respiro urbano, para los amantes del arte, las bebidas, la cocina y la arquitectura. El espacio está conformado y diseñado con el concepto colectivo, en el que se comparten diferentes experiencias sensoriales. Es una invitación a pausar y reconectarse en medio de la fiebre diaria dentro de una gran ciudad. El diseño provenía de una propiedad antigua que alguna vez tuvo usos como residencia, estudio de música y despacho de abogados, hasta que los propietarios actuales decidieron transformarlo en un bar. Como la estructura era de bloques autoportantes, para las nuevas aberturas y conexiones de los entornos, se necesitaban refuerzos metálicos para expandir los espacios. De esta fiesta utilizamos el metal como diseño de los ambientes, diseñando desde mesas, sillas, puertas y decoración.
En la planta baja, teníamos la parte técnica como deposito y caja en el antiguo garaje de la propiedad, la entrada principal se dispuso lateralmente, con forma de pasillo y un color diferenciador para otorgar protagonismo. Tras pasar por la entrada, el usuario dispone de un gran hall de entrada con varias obras de arte dispuestas en el hueco de la escalera y el pasillo. Al final del pasillo tenemos la barra principal, donde se hacen las bebidas, además este espacio contiene tres frentes, dos de estos frentes son para usuarios internos de la barra y el tercero para personas que están de paso por la calle. Finalmente, además de la barra, contamos con un espacio exterior en la “esquina”, proporcionando un punto de vista diferente de la región y su entorno urbano.
En el piso superior tenemos la cocina y un pequeño bar, pero el enfoque de este entorno está en los techos altos y el gran espacio libre que permite que las bandas se presenten y que todos los oyentes tengan libertad para bailar y disfrutar. Con una gran puerta corredera en cerrajeros, este entorno se conecta con un área externa, que proporciona una integración entre lo interno y lo externo, proporcionando una vista diferente del vecindario. Por lo tanto, con 166 metros cuadrados y capacidad para 120 personas, el espacio se vuelve atractivo para que las personas se desconecten del ajetreo diario y disfruten de un lugar rodeado de artes contemporáneas, música de calidad, buena cocina y una arquitectura que alienta a todos a conocer y disfrutar los espacios. proporcionado por las aberturas y muebles diseñados.