-
Arquitectos: JBMC Arquitetura e Urbanismo
- Área: 9007 m²
- Año: 2017
-
Fotografías:Nelson Kon
-
Proveedores: Hunter Douglas, Açoport, IBPC
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Línea 2 del Metro de Salvador es una obra pública concesionada del Estado de Bahía que, con una construcción y gestión privada, permite establecer una conexión entre el centro económico de Salvador, en la región de Iguatemi/ Rodoviária y el Aeropuerto Internacional.
Los proyectos para su materialización comenzaron a desarrollarse en el año 2013. La ejecución tuvo su inicio en el año 2014 y, con un proceso constructivo acelerado para la etapa correspondiente a los tramos finales –brindando, mientras tanto, un servicio parcial-, se espera su finalización en el año 2017. La Línea tendrá una extensión total de 12 estaciones, 9 de las cuales serán de diseño tradicional y 3 proyectadas bajo condiciones específicas -incluyendo una importante remodelación-. El proyecto también incluirá la realización de 3 terminales de autobuses urbanos, cuyos trayectos se encontrarán vinculados al sistema del metro y 13 km. de parques lineales, acompañando una vía de circulación peatonal y un carril para bicicletas.
Las estaciones representativas de la Línea son Pernambués, Imbuí, CAB, Pituaçu, Flamboyant, Tamburugy, Bairro da Paz y Mussurunga y, con excepción de la primera, todas fueron implantadas sobre el eje central de la avenida Paralela. La misma, con un ancho promedio de 50 metros, atraviesa una gran cantidad de áreas urbanas, todas con configuraciones muy diversas. Esto generó que, a pesar de buscar la estandarización en el desarrollo del proyecto, cada estación posea ajustes particulares para atender a su contexto. La Estación Aeroportuaria, aunque responde a las mismas ideas, tuvo un desarrollo posterior y fue gestionada por terceros.
Las estaciones se desarrollaron en dos niveles, quedando conformadas por una zona de andenes -localizados en la planta inferior- y un entrepiso de acceso –correspondiente al nivel superior-. Como el acceso debía ser por los niveles elevados, las pasarelas de acceso a las estaciones -cuya resolución estaba fuera del alcance del proyecto, ya que forman parte de una norma del municipio- se interpretaron como elementos de conexión urbana, buscando promover cruces seguros entre las diferentes cotas de los márgenes de la Avenida Paralela, las estaciones y el carril de bicicletas.
La utilización de un sistema constructivo prefabricado fue determinante para el cumplimiento de los plazos y los costos implicados en la materialización de un proyecto público de semejante escala. También, generó que el diseño arquitectónico se alineara con las demandas del cliente y de los ingenieros, así como también del constructor y del futuro operador.
La decisión de utilizar tejas metálicas autoportantes determinó, en parte, el diseño y la estética de las estaciones, las cuales quedaron definidas por arcos -con luces de 23 metros-, prepintados y conformados en obra. Para permitir la ventilación e iluminación natural, el techo fue trabajado en módulos. Una secuencia de 11 tramos -inclinados unos 10 grados-, dieron como resultado una sucesión dinámica de bóvedas.
Los pilares de hormigón premoldeados fueron diseñados con una sección curva, permitiendo una continuidad morfológica con las bóvedas metálicas de tejas autoportantes. Esta decisión permitió, a la vez, ocupar menos espacio en la superficie de apoyo de la calle, una cuestión necesaria para la estación de Pernambués -donde el espacio era escaso- y favorable en las demás, permitiendo liberar espacio para el uso público y ampliar los parques lineales o los carrilles de bicicleta
La articulación de estos dos elementos constructivos determinó tanto la espacialidad como el lenguaje externo de las estaciones. La aplicación cromática, instaurada en toda la Línea, reconoce la rica condición natural y cultural de Salvador.