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Arquitectos: Arquetipus projectes arquitectònics
- Área: 553 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Ferran Robusté Cumplido
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Proveedores: Cosentino, Porcelanosa Grupo, Mapei, ACO Drainage, AutoDesk, DYNAMIC BY PUJOL, INBECA, Microsoft, TOPCRET
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Con el objetivo de la propiedad de crear un nuevo espacio de agua termal en el edificio preexistente del Balneario Termes Victoria de Caldes de Montbui, nos propusimos adentrarnos en los recintos creados hace unos 250 años, y utilizados históricamente por los depósitos de reserva del agua termal original y del agua termal enfriada, para el uso sobre todo curativo y de bienestar de las personas. En una situación semienterrada y con la función propia de unos depósitos, los espacios habían quedado siempre como residuales y ocultos al visitante, y su descubrimiento fue clave para decidir que era un lugar cautivador para mostrar y para hacer un espacio único para el disfrute de los sentidos. En los espacios de los antiguos depósitos y también en parte de la galería de baños tradicional se han situado las diferentes piscinas, cada una con alguna característica diferente de la otra, pero todas ellas creadas con el propósito de encontrar el relax y el disfrute de las propiedades mineromedicinales del agua termal milenaria.
Con la voluntad de ser el máximo neutros posible, en la intervención se optó por conservar la huella de las diferentes etapas del espacio. En varias zonas reencontramos los muros de piedra y las bóvedas cerámicas originales. En otros se mantiene la fase en la que los muros fueron revestidos, y sobre los que el tiempo dejó en ellos la marca del agua que se ha querido mantener visible, para que ella misma nos explique dónde estamos. Finalmente la intervención presente, en la que se aplican y se pueden leer con claridad sistemas, elementos constructivos y materiales contemporáneos. Como material protagonista, la piedra blanca que cubre la mayor parte de las superficies. Esta nos trae el recuerdo de las antiguas bañeras del balneario tradicional, algunas de ellas todavía en uso hoy en día. Especialmente intenso e interesante para nuestro equipo y también para la propiedad fue todo el proceso de descubrimiento, levantamiento, redactado del proyecto, la obra y el estudio de todos los factores sensoriales.
Se da la particularidad de que en el momento que se decide intervenir, los depósitos están en uso y están llenos de agua. Este hecho nos obligó a hacer una toma de datos muy precisa en muy poco tiempo, sabiendo que no podríamos volver a acceder hasta al cabo de un año, al inicio de las obras. Durante el redactado del proyecto se descubre además la existencia de un gran torrente que recoge gran parte de las aguas de Caldes, y que transcurre exactamente por debajo de la galería principal, y sobre el que se ha situado uno de los principales vasos. Finalmente la ejecución, con el edificio hotelero de planta baja y tres plantas en pleno uso, nos obligó a llevar una coordinación muy cuidadosa para minimizar los efectos negativos de los trabajos sobre los usuarios del establecimiento. En el resultado final se percibe toda esta intensidad y cuidado en el trabajo y los detalles, y es un espacio que invita a verlo pero sobre todo a vivirlo.