El trabajo de desarrollar proyectos de confort, especialmente acústicos, es algo ingrato, ya que sólo le prestamos atención cuando los espacios no funcionan correctamente. Existen algunos reclamos comunes: escuchar la conversación de la habitación contigua, tener que levantar la voz para hablar con alguien o sentir ecos excesivos. Este último problema es bastante común en espacios con estructuras expuestas, sin revestimientos. Al contar generalmente con materiales poco absorbentes acústicamente –como el hormigón, el vidrio o el metal–, es habitual que los espacios con una estética industrial presenten una alta reverberación. Esto quiere decir que un sonido emitido tarda en desaparecer, ya que continúa reflejándose en las superficies del espacio y uniéndose a los otros sonidos, generando un ruido incómodo para sus usuarios. Es habitual experimentar este tipo de problemas en restaurantes, obligando a los comensales a hacer una esfuerzo extra para poder escucharse mutuamente.
Sin embargo, esto no significa que todos los entornos deberían verse como un estudio de grabación para tener una buena acústica. Incluso en edificios y espacios que mantienen los materiales e instalaciones a la vista, es posible alcanzar un confort acústico adecuado.
En resumen, proporcionar una absorción de sonido adecuada para un espacio es importante para mejorar la inteligibilidad del habla y reducir los niveles de ruido. El tiempo de reverberación (TR) depende del volumen de la habitación y la cantidad de absorción de sonido instalada en su interior, de modo que las habitaciones pequeñas con superficies duras presentan una reverberación "más alta" que las habitaciones grandes bien tratadas. Se prefieren tiempos de reverberación cortos (<1 segundo) para asegurar una alta inteligibilidad del habla en las aulas u oficinas abiertas. Se prefieren tiempos de reverberación largos (≤1.4 segundos) para entornos acústicos animados, como auditorios. El equilibrio ideal entre las superficies que reflejan y absorben la energía del sonido se puede lograr mediante distintos cálculos.
Para disminuir el tiempo de reverberación en un espacio, adecuado a la actividad que se desarrollará en su interior, generalmente se incluyen superficies compuestas de materiales porosos y fibrosos, como espuma, madera o telas. Pero además del TR, existen una serie de conceptos que se deben tener en cuenta al elegir un elemento acústico, los cuales generalmente se pueden encontrar en las especificaciones de cada producto:
- NRC (Noise Reduction Coefficient – Coeficiente de reducción de ruido) mide la absorción acústica de un material, variando entre 0.00 (sin absorción) a 1.00 (absorción total).
- CAC (Ceiling Attenuation Class – Clase de atenuación de techo) mide la capacidad de un sistema de techo para bloquear el sonido entre dos espacios cerrados. Se recomiendan valores de 35 o más para obtener la privacidad adecuada.
- NIC (Noise Isolation Class – Clase de aislamiento de ruido) mide la atenuación total del sonido entre dos espacios cerrados. Considera el techo, la pared y otros acabados internos.
- AC (Articulation Class – Clase de articulación) mide la capacidad de un sistema de techo para atenuar el sonido en un gran espacio abierto. Se recomiendan valores de 170 o más para reducir las distracciones.
- Sabin es la unidad de medida para la absorción acústica total de un objeto acústico (como láminas, deflectores, nubes y marquesinas).
El gran desafío es equilibrar la estética de las estructuras expuestas con los elementos de absorción acústica. Esto se puede lograr a través de dos enfoques diferentes: ocultar los paneles acústicos en la estructura o resaltarlos, destacándolos como parte integral de la estética del diseño. Actualmente existen en el mercado paneles acústicos horizontales, verticales y suspendidos, ofreciendo grados similares de reducción del tiempo de reverberación pero presentando distintas apariencias, dejando la estructura y las instalaciones más o menos expuestas.
Elementos acústicos horizontales
Ocultos
Adosadas al techo, son soluciones acústicas que mantienen las estructuras completamente expuestas, mientras cumplen la función de reducir el ruido. Su color se puede ajustar al tono del techo, disimulando el elemento acústico.
A la vista
Por otro lado, estas opciones consisten generalmente en paneles horizontales separados del techo, ubicados debajo de las tuberías hidráulicas y las diversas instalaciones. Aun así, pueden conformar o no un techo continuo, ya que es posible dejar una distancia entre los paneles para mantener el contacto visual con la estructura y las instalaciones. El número de paneles y su distancia deben calcularse según los requisitos acústicos del espacio. En este caso, es posible aprovechar estos elementos para componerlos estéticamente, trabajando con diferentes colores y formas.
Elementos acústicos verticales
Láminas
Los elementos verticales, ya sean lineales y simples u ondulados, crean un patrón sofisticado y permeable. La dirección de estos elementos también dirige la mirada del espectador, guiando los flujos y ampliando la percepción de los espacios.
Deflectores
Los deflectores funcionan como paneles verticales, donde todas sus superficies tienen propiedades acústicas. Los bordes, las alturas y el grosor de sus paneles pueden ser personalizados acústica y estéticamente según los requerimientos de cada espacio.
Elementos acústicos suspendidos
Nubes
Cuando existe la demanda de conformar espacios más acogedores en medio de
un gran espacio abierto, como una oficina sin particiones, por ejemplo, los elementos suspendidos pueden funcionar muy bien, subdividiendo el interior en una serie de zonas acústicamente agradables.
Nubes Colgantes
Las marquesinas son soluciones flotantes, ubicadas en aquellos puntos donde es necesario mejorar el confort acústico. Al igual que las nubes, forman ambientes más íntimos y acogedores, no solo para reducir el tiempo de reverberación y hacer que los espacios sean más silenciosos, sino también para reducir la altura del techo. Las posibilidades de formas, colores y materiales son inmensas y se pueden adaptar a los diferentes requerimientos de cada espacio.
En todas estas opciones, existen diferentes formas geométricas, dimensiones y colores que pueden ser combinados para obtener el confort acústico adecuado en las distintas habitaciones de un proyecto arquitectónico, combinando funcionalidad y diseño y marcando con fuerza el carácter de cada espacio.
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