Una expresión de poder y un símbolo de vigilancia, el panóptico es un concepto arquitectónico notorio destinado a ser un mecanismo disciplinario. El fotógrafo Romain Veillon comparte sus imágenes de la prisión inspirada en el Panóptico en Autun, Francia.
Inventado en el siglo XVIII por el filósofo y teórico social inglés Jeremy Bentham, el principio básico de la tipología de la prisión era monitorear el número máximo de prisioneros con el número mínimo de guardias. La morfología consistía en una matriz circular de celdas con una torre de vigilancia en el centro de la estructura. Así, los guardias podían observar a todos los internos en cualquier momento, sin ser vistos por los prisioneros. Los prisioneros serían conscientes de la presencia constante de autoridad, sin saber cuándo están siendo observados. Como tal, los prisioneros serían autodisciplinarios, y pocos guardias podrían asegurar el orden sobre un gran número de reclusos. Descrito por Bentham como un "nuevo modo de obtener poder de la mente sobre la mente", el panóptico, a través de la vigilancia constante, obligaría a los internos a ajustar su propio comportamiento. Bentham imaginó que esta morfología se aplicaría a escuelas, hospitales y asilos, pero solo detalló el diseño de la prisión de Panopticon.
En el siglo XXI, la idea del panóptico fue transformada por el filósofo francés Michel Foucault en una metáfora del control social que se extiende a todos los ciudadanos. Argumentó que los ciudadanos internalizan la autoridad representada por las leyes e instituciones y que el poder deriva de la observación.
El panóptico abandonado fotografiado por Romain Veillon, que data de principios de 1800, es uno de los primeros de su tipo que se construyó en Francia. El edificio no es del todo fiel a la tipología del panóptico, ya que los arquitectos han reemplazado la torre central con una losa elevada, visible desde todas las celdas, donde se sentaban los guardianes. Después de haber sido abandonado durante algunas décadas, hay planes para la rehabilitación de la prisión y la conversión en un museo. Veillon se ha especializado en documentar edificios históricos abandonados, desde castillos y fábricas hasta iglesias y hospitales. Su trabajo tiene como objetivo capturar la vida anterior de estos lugares olvidados.