El día de ayer la Alcaldía Mayor de Bogotá dio a conocer en sus redes las primeras imágenes de la renovación del hospital Santa Clara, el cual hace parte del complejo hospitalario San Juan de Dios, ubicado en la localidad Antonio Nariño. En estas informaron la firma del acta de inicio para la obra de construcción y renovación.
El Hospital San Juan de Dios está ubicado en uno de los sectores con mayor potencial de mejoramiento del centro de la ciudad. El hace parte del complejo homónimo localizado entre la Avenida Caracas y la Carrera 10 y las calles 1 y 2 Sur de la ciudad de Bogotá, cubriendo una gran porción del paño urbano del sector. El proyecto beneficiará a los habitantes de las localidades Antonio Nariño, Santa fe, San Cristobal, Mártires, Rafael Uribe Uribe y La Candelaria.
Han habido discusiones polémicas sobre el plan de renovación debido al carácter patrimonial de varios de los edificios que están en el complejo, como lo informa el portal Asuntos Legales. En la nota informan la denuncia por posible falsedad ideológica en la demolición para la obra, donde el Concejal Carlos Carrillo tramita acciones legales pues según él no se consideraron todas las variables posibles para la renovación. Sin embargo, la alcaldesa Claudia Lopez en sus redes informó que "Los edificios patrimoniales del complejo hospitalario San Juan de Dios se conservan".
Parte de los datos entregados al público fue el tiempo de ejecución el cual se extiende por 45 meses a partir del 2 de julio de 2020 culminando con su entrega para el 2024.
En el mismo material audiovisual publicado, ponen en evidencia el estado actual deteriorado del edificio, que requiere de 4 periodos administrativos para completar la renovación del San Juan de Dios Santa Clara. En el 2012 se inició el plan de reapertura iniciando el saneamiento que iba habilitando las aperturas. En el 2016 el hospital fue parcialmente abierto, y la administración de ese entonces, junto con el Ministerio de Cultura determinaron las condiciones estructurales del complejo. El estudio concluyó en que 17 de los 23 edificios no podrían ser demolidos pues son de carácter de conservación arquitectónica o integral, y los demás son de conservación contextual que si permite su demolición por su incumplimiento en la norma sismo resistente actual.
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