Plataformas de utilidades alternas: una infraestructura para el tratamiento integral de los residuos en Venezuela

Escrito por Belén Maiztegui
Publicado el 14 de Agosto, 2020

“Plataformas de utilidades alternas” es un proyecto que busca generar espacios de innovación social para el manejo integral de los desechos urbanos. Según Giulia Bianchi y Luis Morillo, autores de la propuesta, en la ciudad de Barquisimeto (Venezuela) actualmente se producen aproximadamente unas 21.147 toneladas de residuos sólidos al mes, del cual solo el 61,79% concluye en los vertederos, por lo que el 33,25% restante termina en calles, botaderos informales, ríos y quebradas, dispuestos para ser eliminados erróneamente. De todo ese total, finalmente solo un 4,97% es procesado por empresas recicladoras y la mayor parte de ese volumen es clasificado y provisto por recolectores callejeros. Por este motivo, y a través de su proyecto de título realizado en el marco formativo de la Universidad Central de Venezuela, los autores proponen generar nuevos modelos laborales para la recolección y tratamiento de los residuos sólidos urbanos mediante una intervención urbana y arquitectónica.

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Conoce más detalles sobre el proyecto en palabras de sus autores:

Las nuevas labores informales relacionadas a este panorama, aumenta la segregación social; se registran más de 500 recolectores callejeros que proporcionan residuos inorgánicos a empresas recicladoras. De esta manera, se plantea un nuevo modelo laboral en una intervención urbana y arquitectónica, para la recolección y tratamiento de RSU.

Esta infraestructura, compuesta de un sistema de “máquinas” (equipamientos) se configuran en distintas escalas de intervención: dispositivos de acopio, plantas de tratamiento de RSU y centros de capacitación, a través, de un Plan de Revitalización y Adecuación de Espacios inoperativos y en conflicto físico-urbano.

En el primer plazo, en zonas de alta contaminación se asientan los dispositivos de acopio, a través del diseño participativo y cooperativas, basados en la modulación de elementos y la estandarización de procesos de producción y ensamblaje, logrando un modelo genérico con capacidad de adaptación. Con una labor principal (recibir residuos sólidos inorgánicos) que podrán generar recursos económicos directos a sus comunidades. Tras el asiento y divulgación del sistema como labor lucrativa, se amplía la red de dispositivos como “kits a pedido” y se incluyen fábricas de tratamiento, generando espacios especializados a través de bandas orgánicas e inorgánicas en zonas industriales y periféricas de la ciudad.

Finalmente, en el tercer plazo, se proyecta el núcleo del sistema, revitalizando y reciclando una edificación en desuso; se trata de un centro de interpretación cuya función principal es la de promover un ambiente para el aprendizaje, dedicando especial atención a las visitas organizadas y a la capacitación de recuperadores informales.