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Arquitectos: built architecture
- Área: 174 m²
- Año: 2019
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Fotografías:Eugeni Pons
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Proveedores: Fusteria Calpema, Fusteria Mefusper, Louis Poulsen, Materia, Mármoles Rodon, Parquets Nadal, TM DIsseny
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Si bien el proyecto se ubica en un edificio sin demasiado interés patrimonial, el piso se encuentra elevado hasta una cuarta planta gozando de unas vistas privilegiadas sobre el Mercado de Sant Antoni. Sin duda su enclave privilegiado en el centro de la ciudad, justo en el límite entre Ciutat Vella y el Eixample, frente a una de las obras maestras de finales del S-XIX, es el ingrediente esencial sobre el que giran todas las decisiones de la propuesta.
Erigido en 1882 por Antoni Rovira y Trías y recientemente restaurado por el estudio Ravetllat Ribas Arquitectes en 2007, el mercado de Sant Antoni es el primer mercado extramuros de Barcelona. Construido sobre los restos del antiguo baluarte de la puerta de la ciudad que le da su nombre, situado en el punto indicado por el propio Cerdà, subvierte la trama habitual de cuadrados achaflanados invirtiendo el esquema de lleno-vacío de la edificación dando lugar a un edificio singular de planta en cruz, que se resuelve mediante una estructura metálica de fundición característica de aquella época. Sobre él, una cubierta a dos aguas de tejas cerámicas esmaltadas en tonos ocres y verdes son el telón de fondo del proyecto.
La propuesta se resuelve mediante una sola idea: una librería que recorre el piso para organizar todo el espacio. Desde el ingreso a la casa, más alejado de la zona de día de lo que convendría, la librería nos recoge y acompaña en una sucesión de cuatro fragmentos que se escalonan y abren en abanico para conducirnos hasta las vistas sobre el Mercado. Así un solo espacio de estar longitudinal recorre toda la planta generando un espacio fluido en el centro que evita un pasillo largo y cerrado. La librería es un biombo traslúcido que acoge tantos libros, ajuar, y demás pertenencias como sea necesario, según el uso que se produce en cada momento. Así todas las habitaciones se organizan a ambos lados incluyendo dormitorios, baños, cocina, biblioteca y sala de estar.
De la misma manera que sucede en planta con la librería, en sección, el falso techo de listones de pino repite el gesto de irse escalonando, dilatando y comprimiendo el espacio en altura según el ancho de la estancia de su uso, para acabar con la mayor altura en la sala de estar junto a la fachada principal. Así el techo parece más alto en su momento álgido sobre el mercado. En cada sector, la librería va distanciando sus baldas horizontales de forma más o menos separada como si de un acordeón se tratase. Este velo le da personalidad y continuidad al espacio central, combinando los usos de estudio, biblioteca, distribuidor y sala estar. A su vez esconde todas las instalaciones de aire acondicionado de la casa. El techo en su cota inferior se extiende al interior de los dormitorios como repisas de uso, no solo para incorporar los retornos, sino para prolongar el espacio y vincularlo al espacio central y a los baños que quedan más recogidos.