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Arquitectos: Atelier Aberto Arquitetura
- Área: 30 m²
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Fotografías:Marcelo Donadussi
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Proveedores: Muma, Adobe Systems Incorporated, Agratto, AutoDesk, Continente Inox, Decortiles, Eliane, GRAPHISOFT, Gilson Golombieski, Hommi, Imports, Marcel Dallagnol, Max Forte, Ondo, Persol, Ralo Linear Elleve, Santa Luzia, Tok&Stok, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este departamento de 30 m², con paredes en ángulo y una planta irregular, alguna vez fue una habitación de hotel. En el centro histórico de Porto Alegre, el Hotel Lido ha sido durante años una referencia en la búsqueda de alojamiento en la capital del estado más austral de Brasil, cerca de la Plaza Matriz y el Mercado Público. Sin embargo, la nueva demanda de departamentos pequeños ha convertido a este hotel en un edificio en común.
El cliente solicitó ayuda al estudio con la intención de transformar su inversión del pequeño departamento, en un estilo de alojamiento temporal "Bed and Breakfast", pero que también incluía las necesidades de una vivienda menos temporal, si fuera necesario. La antigua habitación del hotel debe tener una cama doble, sofá cama, armario, escritorio, cocina y baño.
El reto de regularizar el espacio fue la premisa inicial de la oficina. La búsqueda de líneas paralelas dio como resultado el concepto del proyecto. Un gran armario, que se resume en un volumen blanco multifuncional, esconde el "zigzag" de la planta e incluye baño, cocina, así como espacio para ropa y despensa. En línea con este volumen, la iluminación, en un suave perfil industrial negro y focos direccionales, acompaña el flujo principal del departamento, dibujando una "L" e iluminando el camino.
Los estantes a la derecha de la puerta principal contienen la televisión, las plantas, los libros y los objetos decorativos. La ventana, que da a la calle y a la fachada frontal del edificio, fue suplida por un “marco” de madera, que remata los muros pelados y una cortina con una repisa que acompaña toda la pared de la ventana. Este estante fue diseñado para albergar plantas, lo que aportaría un poco de verde a la casa, ya que la vista desde la ventana es predominante por la jungla de concreto del centro histórico de Porto Alegre.