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Arquitectos: Moubir Benchekroun Architect, TARIK ZOUBDI ARCHITECTE
- Área: 4382 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Alessio Mei
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Proveedores: Gerflor, Saint-Gobain, Adobe, Archicad, Balsan, Bearch, DELABIE, Dorma, Holcim, Legrand, Lira Lighting, Lug Light, Twin Motion, Vitra Global, Weber
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El instituto OCP es un proyecto de escuela secundaria para la promoción socioeducativa, que surge a partir del deseo de brindar un nuevo edificio apto para la educación del siglo XXI. El proyecto acogerá a los hijos de los trabajadores de la empresa minera OCP Group en la ciudad de El Yadida.
Con el objetivo de fomentar el aprendizaje, el intercambio y la interacción, la escuela secundaria fue diseñada para vincular la antigua escuela intermedia construida en 2017 y los desarrollos residenciales de OCP cercanos. Para garantizar la seguridad de los estudiantes y reducir el flujo de tráfico, el estacionamiento se diseñó para mantenerse alejado de la entrada principal de la escuela, transformándola en una ruta prioritaria para peatones que proporciona una circulación fluida entre los edificios.
Fue relevante conectar el sitio de manera eficiente, pues de este modo se anima a los estudiantes a utilizar el pabellón de deportes y el auditorio de la escuela contigua. El área deportiva se ha colocado en medio de las dos escuelas para compartirse.
La posición del edificio se eligió para ofrecer vistas despejadas, desde todos los edificios existentes, especialmente desde los departamentos de los trabajadores. Además contribuye a densificar esta zona y garantizar una buena convivencia entre "vecinos".
La compacidad del proyecto permitió acortar las distancias recorridas por los usuarios, especialmente en el primer piso, donde se han creado pasillos intermedios a lo largo del corredor central, conectando las dos escaleras principales. Una gran plaza de entrada actúa como espacio de transición entre la escuela y sus alrededores, fomentando la interacción social y proporcionando al mismo tiempo un espacio seguro para los niños, lejos de los vehículos al salir de clases. Este gran vacío ayuda a resaltar la arquitectura del edificio.
Para integrar el edificio en su contexto, la arquitectura se inspiró en el patrimonio local de la "ciudad portuguesa" (el monumento insignia de El Jadida). Inspirándose en las murallas de la ciudad, la escalera se hace cargo del movimiento vertical como una existencia simbólica, con una potente fuerza centrípeta para que pueda verse desde el exterior.
La envolvente blanca de los paneles GRC, cumple la misma función que la mashrabiya, tanto como protección contra el calor excesivo del sol como también una pantalla que esculpe la luz del día, llevando poesía y espiritualidad al interior de los espacios interiores. El "callejón" interior que atraviesa el edificio, nos recuerda las calles estrechas y sombreadas de las Medinas. Es el hilo conductor que une todos los espacios.
