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Arquitectos: Lorenzo Botero Arquitectos
- Área: 450 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Simon Bosch Photography
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Proveedores: AutoDesk, Big Ass Fans, Granitos y Marmoles, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los dueños de la CASA B.I. deseaban tener una casa de campo en tierra caliente, no muy lejos de Bogotá, su ciudad de residencia. El proyecto se ubica dentro de un club privado, a las afueras del pueblo de Anapoima. Esta zona se caracteriza por tener rasgos climáticos tropicales: abundantes lluvias, altas temperaturas y exuberante fauna y flora.
El proyecto se implanta en un lote esquinero con forma triangular. Las curvas de nivel se extienden en el mismo sentido de la arista inferior del lote, y ascienden hacia la esquina opuesta. La casa se extiende sobre un mismo eje, paralelo a las curvas de nivel y perpendicular al recorrido del sol. De esta manera, tanto la zona social como las habitaciones se abren sobre la mejor visual sin recibir directamente los rayos del sol. Por su lado, la piscina también se extiende en el sentido este-oeste buscando recibir sol a lo largo del día. La casa se implantó de tal manera que la piscina quedara alineada con un gran árbol Samán.
El diseño saca provecho de la inclinación del lote. La casa esta levantada e incrustada en la montaña. De esta manera se genera un contraste entre los espacios recogidos por la topografía y la arquitectura en la parte anterior de la casa y las plataformas y balcones en la parte posterior de la casa que dominan el paisaje estando en relación con las copas de los árboles. Para poder obtener una mayor limpieza en la composición arquitectónica y espacios más abiertos, la inclinación del lote también permitió ubicar espacios de servicio en una planta inferior.
Un gran muro en piedra es el elemento principal de la casa, es el eslabón, el pivote, entre la zona social y las habitaciones. El muro es más alto y más largo que toda la casa. Mantiene siempre su altura, pero a medida que los niveles de la casa descienden junto con el nivel del terreno, el muro se va haciendo más alto. La principal función de este elemento es balancear la composición de la casa ambientando dos atmosferas distintas a cada lado. Se esbozan claramente dos zonas en la casa, la zona de las habitaciones y la zona social.
La materialidad de la casa es deliberadamente restringida. Respetando la normatividad del club, el acabado exterior de los volúmenes es pañetado y pintado con un verde Ciprés que encaja con las distintas tonalidades de verdes de la abundante vegetación. Dicho verde envuelve elementos como vigas, columnas y muros para no desposeerlos de su integralidad. Cada vez que hay un cambio de tono o de material, una dilatación aparece. El piso es una piedra caliza española de formato 80x80cm que se dispuso respetando el sentido de sus discretas pero elegantes vetas. De esta manera se buscaba que el espacio se sintiera reposado y fluido. Además, gracias a su tono claro y su ligera porosidad, el piso se mantiene siempre fresco.
Contrastando con el verde Cipres, el negro es un tono que está presente a lo largo del proyecto. Por un lado, la piscina está enchapada en grandes piezas de una piedra negra y sus juntas están emboquilladas en negro también. Se buscaba que la piscina pareciera un gran elemento macizo horadado. Durante el día, arroja un hermoso color azul petróleo y, durante la noche, parece un perfecto espejo que refleja hasta los más finos detalles del Samán.