A lo largo del siglo XX, Miami ha sufrido numerosas y profundas transformaciones, desde su importante papel durante los años dorados, pasando a ser conocida como la capital estadounidense del Art Deco hasta convertirse en uno de los principales destinos de lujo de la ciudad. Después de casi una década de abandono y decadencia, poco a poco esta pequeña ciudad comenzó a despertar el interés en la comunidad de conservacionistas alrededor de 1985. Mientras que en la década de 1990, Miami resurge como un ave fénix para convertirse nuevamente en uno de los destinos más buscados en Estados Unidos, atrayendo a nuevos residentes ilustres y personajes famosos como Gianni Versace entre otros.
Sin embargo, a pesar de sus diversas metamorfosis, hay algo que se mantiene en Miami y que nunca cambiará: el hecho de que es una isla barrera. "Una isla barrera está formada por una franja de arena, que se encarga de proteger la bahía. Resulta que este tipo de formación, como mecanismo de defensa, no se puede proteger, no hay dique o muro que pueda contener su colapso natural", dijo Allan Shulman, FAIA, director fundador de Shulman + Associates y profesor y director de programas de posgrado en Arquitectura en la Universidad de Miami.
"Las islas de barrera son elementos dinámicos del paisaje natural", dijo Susannah C. Drake, miembro de la Sociedad Estadounidense de Arquitectos Paisajistas y del Instituto de Arquitectos de Estados Unidos (AIA), profesora asociada en el programa de diseño ambiental de la Universidad de Colorado y director fundador de dlandstudio:
Está en la naturaleza de estas islas moverse y transformarse con el tiempo, porque están enraizadas en una especie de base esponjosa basada en piedra caliza. Una situación como esta hace que la protección de una isla barrera sea extremadamente desafiante.
Tratando de minimizar el impacto del inevitable aumento en los niveles de las mareas, Shulman presentó un estudio de posibles soluciones para preservar algunos de los edificios más importantes en una posible situación de inundación, incluida la elevación de las estructuras de los edificios, así como la construcción de "edificios dentro de edificios", lo que permitiría proteger el contenido dentro de una especie de caparazón, continuó Shulman:
Resulta que, en la mayoría de los casos, esta capa de resistencia que estamos proponiendo para Miami choca de frente con los intereses del instituto de preservación histórica de la ciudad (...) Nosotros, por otro lado, reconocemos que debemos hacer algunas concesiones, debemos desafiar nuestras viejas convenciones.
Desafortunadamente, estas convenciones son ferozmente defendidas por la arquitecta principal del instituto de preservación histórica de Miami, Deborah Tackett, quien no obstante está de acuerdo en que la preservación de la isla va mucho más allá de la mera salvaguarda de sus edificios históricos.
Miami siempre ha sido una ciudad abierta al cambio y las ideas innovadoras. La urgente condición de nuestra ciudad debe presionar a los empresarios y vecinos para que se responsabilicen de sus propias propiedades, ya hemos dedicado gran parte de nuestro tiempo a buscar soluciones que vayan mucho más allá de la preservación de la infraestructura pública.
Nuestra ciudad es mundialmente famosa por la belleza de su paisaje natural, el encanto de su arquitectura y la alegría de su gente. Debemos enfrentar el desafío de construir una ciudad más resiliente como una oportunidad para atraer aún más personas.
Susannah C. Drake resumió:
Necesitamos encontrar nuevas formas de vivir con los ciclos del agua, después de todo, vivimos en una isla. Debemos comprender mejor cómo funcionan los flujos de marea naturales y cómo podemos encontrar una solución que nos permita flotar con ellos. En general, es urgente que seamos más conscientes de nuestra relación con el medio natural
Tackett coincide: "Y no hacer nada no está entre nuestras opciones".
La serie de debates Think Tank se llevó a cabo entre el 1, 8 y 15 de octubre de 2020. El evento se desarrolló en colaboración entre Material Bank, GROHE y Durkan.
Este artículo fue originalmente publicado en Metropolismag.com