Es difícil comenzar cualquier texto retrospectivo sobre el 2020 sin caer en clichés. Este año nos ha enseñado, con todas sus dificultades, que la humanidad puede ser más frágil de lo que imaginamos. Por otro lado, los edificios están compuestos por materiales que tienen ciertos pesos, olores, texturas y costos, y que dependen de los recursos naturales, los procesos de producción, la mano de obra, el transporte, y muchos otros factores. Aún es demasiado pronto para decir cómo la crisis provocada por el COVID cambiará el mundo y, más concretamente, la arquitectura. Sin embargo, ¿habrá cambiado nuestra percepción sobre lo que es una buena arquitectura? ¿o cambió nuestra relación con la tectónica de las construcciones?
Usualmente, durante las crisis tendemos a prescindir de lo superfluo y a concentrarnos en lo esencial. En lo que respecta a la construcción, hemos observado el uso creciente de la tecnología para avanzar hacia una industria más eficiente y sostenible, en respuesta a las crecientes preocupaciones sociales en torno a la protección de los recursos naturales. En los edificios mismos, notamos una mayor conciencia sobre la creación de espacios que fueran más saludables y seguros con un enfoque general en el bienestar.
Como era de esperar, Internet ha cobrado mucha fuerza y, afortunadamente, ArchDaily ha logrado números increíbles. Al observar las obras más vistas del año, podemos hacernos una idea de lo que ha llamado la atención en el mundo de la arquitectura. A continuación, presentamos un análisis de los materiales que dieron forma a las casas, interiores y edificios públicos más emblemáticos de 2020:
Casas y Viviendas Colectivas
Este fue un año en el que todos pasamos mucho tiempo en casa. Tuvimos que reformular nuestra relación con la vivienda, y en muchos casos tuvo que convertirse además en nuestro lugar de trabajo, deporte y ocio. Es por esta razón que muchos percibieron que su vivienda ya no satisfacía todos sus deseos y necesidades. Por ejemplo, las estrategias para renovar el aspecto de la casa, especialmente a través de la pintura de las paredes, llamaron la atención de nuestros lectores.
Por supuesto, a todos nos gusta imaginarnos en nuestra casa soñada. De hecho, las casas siempre han sido una de las categorías de búsqueda más populares en el sitio, y este año no fue diferente. Durante 2020, más que residencias altamente modernas, con materiales tecnológicos y estéticamente austeros, los proyectos más visitados presentan una notable calidez en el uso de los materiales. Observamos que en las obras destacadas abunda el uso de materiales expuestos, específicamente superficies de madera, hormigón visto y, con mayor frecuencia, de ladrillos a la vista. El tacto, las texturas y las ligeras variaciones que presentan los materiales en bruto hacen que tanto los interiores como los exteriores sean más acogedores e identificables. Otra característica llamativa es la presencia de vegetación. Ante la imposibilidad de salir de la casa durante largos períodos, muchos echaron de menos el verde, y los jardines interiores fueron altamente valorados.
En viviendas multifamiliares las preferencias no fueron muy distintas. En edificios residenciales se observa claramente el gesto de acercar la naturaleza a los habitantes, ya sea con jardines y patios interiores, paredes verdes o grandes jardineras junto a las ventanas. Curiosamente, también aparecen ejemplos con increíbles fachadas de ladrillo a la vista, sumado a un amplio uso del hormigón visto en techos, suelos y paredes.
Llama bastante la atención la ausencia de edificios de apartamentos tradicionales entre los proyectos más vistos del año. Lo más buscado por los lectores durante 2020 son tipologías y volúmenes no convencionales, más dinámicos, angulosos y con texturas radicales. La madera también aparece, tanto en cubiertas como en la estructura principal. Otra estrategia recurrente es el uso de fachadas translúcidas, como si se atenuara la transición entre el entorno urbano y el interior doméstico a través de láminas perforadas o paneles de policarbonato. En el caso de este proyecto de Álvaro Siza y en el edificio de Sauerbruch Hutton en Berlín, el uso del mármol y el acero inoxidable en las fachadas, respectivamente, demuestra que los materiales nobles siempre tendrán un lugar en nuestros corazones.
Arquitectura Pública y Cultural
Mientras más lejos estamos, más importante nos parece. Las cuarentenas alrededor del mundo han contribuido a confirmar lo que ha sido una bandera para planificadores, urbanistas y arquitectos durante décadas: el valor de la accesibilidad y el buen diseño de espacios públicos para encontrarse y disfrutar al aire libre. La presencia de espacios públicos y culturales en un barrio tiene efectos multidimensionales, desde el enriquecimiento del paisaje hasta la consolidación de comunidades. Los proyectos de uso público que sobresalieron este año tienden a ir más allá de su función, destacando en forma y color para convertirse en hitos que rescatan el valor simbólico de los espacios para la colectividad.
Las obras son tan variadas como el contexto en el que se inscriben. Desde un teatro en Ghana hasta un lugar de culto en Eslovenia, la muestra incluye diversas técnicas constructivas y materiales en sintonía con su lugar de origen, estética y tradición. Los diseños se encuentran en estrategias comunes para abordar desafíos de escala, magnitud e incorporación a su contexto, sea vasto o sea denso. En espacios abiertos, estructuras curvas, texturas y juegos de luz definen espacios que evocan condiciones naturales: la orilla del agua, sombras parciales, espacios de cobijo y juegos de altura. En los edificios es posible identificar una tendencia transversal hacia figuras monolíticas: unidades homogéneas y mono-materiales, cuyos patrones les confieren una escala humana a través de la modulación. Así, el envolvente cobra particular importancia otorgando unidad a proyectos de gran escala y facilitando su incorporación al paisaje, ya sea por mímesis o por contraste.
Materiales como la madera y el ladrillo forman la base de edificios de mediana escala, mientras que el hormigón es predilecto para una arquitectura más monumental. Las medidas de los primeros permiten entender la escala de las edificaciones y establecer un contraste entre grandes volúmenes y superficies ricas en textura. Comparten la versatilidad para construir curvas y elegir entre su color natural o tratado, para incorporarse a entornos naturales o romper con la rigidez habitual de la trama urbana. El color es utilizado para acentuar la forma en estrategias de contraste y para diseñar efectos de luz que se proyectan hacia el interior. En esta selección diversa de proyectos complejos, gráciles o monumentales, en contextos urbanos o naturales, el material es fundamental para definir una identidad y acoger una variedad de actividades colectivas en una experiencia.
Interiores y Remodelaciones
Durante los últimos años, los arquitectos nos hemos visto forzados a mirar hacia el interior de los edificios, hasta sus entrañas, profundizando en dos áreas que no siempre fueron el punto central de nuestro trabajo: el diseño de interiores y las remodelaciones. Esta zambullida hacia el espacio interior ha desplegado interesantes movimientos en nuestra disciplina; nos alienta a observar y a comprender de mejor manera al ser humano, nos obliga a analizar los materiales y productos hasta su composición más profunda, y nos entrega la enorme responsabilidad de ayudar a crear espacios eficiente y sanos para la vida cotidiana, considerando a su vez el pasado, el presente y el futuro.
Dentro de la variada ola de nuevos proyectos centrados en la calidad ambiental puertas adentro, podemos notar ciertas operaciones interesantes que se repiten. En primer lugar, las características esenciales de cada material y/o producto, en sí mismo, están siendo aprovechadas al máximo, construyendo espacios expresivos donde el elemento constructivo es más un protagonista y menos un telón de fondo. El mobiliario comienza a ser incluido desde la etapa conceptual, dando sentido al proyecto pero sin comprometerse con funciones totalmente determinadas, aportando a la flexibilidad. El color –monocromático o texturizado–, está siendo utilizado como una solución espacial: zonificando, destacando, guiando, e incluso evocando sensaciones. El uso inteligente del espacio se vuelve imperativo, y no sólo en proyectos mínimos, sino como parte de una promesa de adaptabilidad frente a nuevos usos y usuarios. La vegetación, la luz natural y el viento terminan de armonizar el total.
Estas operaciones se repiten en proyectos recientes de remodelación y renovación. Sin embargo, destacamos aquellos diseños que se han preocupado por reutilizar materiales y elementos preexistentes para exponerlos o darles un nuevo valor, eliminando la posibilidad de desechos. Antiguas piedras estructurales reaparecen como revestimientos texturados; techos vernaculares son restaurados y actualizados como invernaderos del futuro; y técnicas olvidadas son recuperadas con la eficiencia de los materiales disponibles en el mercado. En muchos de estos casos, los materiales nuevos aparecen respetuosamente como adiciones simples, destacando la arquitectura del pasado, e incluso las nuevas funciones son separadas de la estructura original, aprovechando sus amplias dimensiones para crear medios pisos, patios interiores, recintos de servicio, o simplemente perspectivas inéditas.