- Área: 336 m²
- Año: 2015
-
Fotografías:Yann Barnet, Claire Demoulin
-
Proveedores: AutoDesk, Computers and Structures Inc, IKO, Trimble Navigation
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se ubica dentro del “Parque Ecológico Voces por el Clima”, el primer parque temático sobre el cambio climático en América Latina. En este espacio público, cinco pabellones presentan temas de importancia para el Perú: Bosques, Montañas y Agua, Océanos, Energía y Ciudades Sostenibles. Está iniciativa dedicada a la educación ambiental fue promovida por el Ministerio del Ambiente del Perú en colaboración con la Municipalidad de Santiago de Surco. Al ingresar, los visitantes pueden observar al primer auditorio público construido con bambú en el Perú, el cual tiene un área techada de más de 300 m² con una capacidad de 250 personas. Está concebido como un espacio de libre acceso, constituyendo el punto de encuentro para la organización de todo tipo de eventos, charlas, o exposiciones.
Su diseño innovador promueve una arquitectura con un impacto ambiental reducido a través el uso de materiales eco-amigables como el bambú y la madera. Cabe resaltar que el bambú utilizado es de la especie Guadua angustifolia, comprado a productores nacionales. De esa manera, se promueve el uso de un recurso local sostenible. Para resaltar la versatilidad estructural del bambú y desarrollar nuevas técnicas constructivas, se optó por un techo curvo novedoso. En la parte alta de este, las dos aguas están separadas por un tragaluz cenital que deja penetrar una luz filtrada a través de cañas chancadas. En ambos lados, se permite el escape del aire a través de aperturas, proveyendo una ventilación natural efectiva del espacio.
En las partes laterales del auditorio, se instalaron persianas fabricadas con la especie de bambú phyllostachys” que brindan una protección solar y conforman una piel que se mimetiza con la de otros pabellones del parque. La estructura tridimensional está compuesta de elementos simples que se prefabricaron en el piso y ensamblaron gracias a conectores metálicos espacialmente diseñados para el proyecto, logrando acabar la obra en menos de 3 meses. La construcción de este edificio emblemático en la ciudad de Lima fue posible gracias al apoyo de la Organización Internacional de Bambú y Ratán – INBAR.