Cada diciembre, por doquier se ve y oye el mensaje que dice “Todo ha cambiado”. Pero este año es cierto. Las inminentes vacunas pueden traer de vuelta el contacto humano, pero el año del Coronavirus nos ha cambiado.
Creo que 2020 terminó el siglo XX en arquitectura. La arquitectura nunca lidera en períodos cruciales. El modernismo nació de un mundo occidental que abandonó las monarquías y se sumergió en la Revolución Industrial: no causó ninguna de las dos.
Hoy, este siglo de corrección estética casi incuestionable en arquitectura puede estar cambiando. El mundo del diseño célebre siempre ha estado desesperado por la relevancia, ya que tiene poco valor tangible más allá de la alegría fundamental que ofrece a todos. El oxímoron de que el diseño es un lujo esencial encontró razón en el siglo XX cuando se lo vio como la vanguardia de un movimiento cultural hacia un futuro moderno, limpio y brillante.
Pero hemos estado solos(as) en nuestras habitaciones en 2020. Lo que alguna vez fue visto como un valor cultural puede convertirse en un significado personal. El resultado de un "cool" común que se encuentra en el canon arquitectónico del siglo XX puede ser menos significativo ahora. La base de cómo y por qué vivimos nuestras vidas ha sido cuestionada por COVID-19. El mundo acaba de soportar un año de incertidumbre esencial, de miedo que nos ha planteado la pregunta: ¿Qué tiene sentido para mí? La forma en que vemos el futuro ahora está moderada más allá de las exageraciones, quizás por primera vez desde la última crisis existencial del mundo, la Segunda Guerra Mundial.
No, el 2021 será diferente. Todos y todas, en todo el mundo, durante al menos un año, habremos tenido nuestra propia mortalidad como copiloto. Los resultados estéticos completamente formados se promocionaron como un bien cultural durante un siglo, pero sus motivaciones se asumieron o no se consideraron. Pasamos un año considerando nuestras propias motivaciones.
En lugar de simplemente seguir a los(as) líderes(esas), muchos(as) de nosotros(as) nos enfrentamos a cómo queremos llevar nuestras vidas. Esto afecta la arquitectura. La cultura de los Creativos(as) Dominantes, La Clase de Expertos(as), ha desaparecido en la remodelación de COVID-19 de nuestras vidas. Ahora hay una ausencia de un paradigma social urbano-céntrico de "ser visto" y los protocolos sociales. En lugar del gigante del siglo XX de una élite del diseño que juzga desde arriba hacia abajo, más diseñadores(as), arquitectos(as) y, lo más importante, clientes, están basando su estética en sus valores, en lugar de lo que es "Correcto".
¿Cómo se esto? Como casi todos los resultados previstos para 2020, las realidades que tengo son anecdóticas o se basan en estos últimos 10 meses, o en ambos:
Las solicitudes para las universidades han bajado significativamente. Nuestros lugares que fertilizan la cultura con rendimiento e innovación están completamente cerrados.
Algunas ventas de libros han aumentado mucho: los escritos sin promoción (y costosos) de Christopher Alexander se están vendiendo ahora mucho más rápido que en años. Las oficinas de arquitectura dedicadas al diseño personal de viviendas y algunos mercados de edificios residenciales están en auge, mientras que el trabajo comercial en la ciudad se está desmoronando.
Este año, hay un interés cultural en el valor nebuloso (pero completamente tangible, esencial y humano) de la “belleza”. Donde alguna vez hubo un enfoque incuestionable sobre los(as) starchitects, o el objeto, o la justificación de proyecciones polémicas, la diversidad como valor puede estar entrando en el mundo de la estética. Una pieza de NOVA en PBS está a la vista para la primavera.
Nuestro patético imperativo de estar "al tanto" cuando el mundo entero está cambiando simplemente ignora los motivos de ese cambio a favor de predecir sus resultados. Si nuestras elecciones se basaran únicamente en los resultados, nuestra cultura se centraría en las apuestas y el fútbol de fantasía. No, vivimos nuestras vidas motivados. Es por eso que este pivote tiene resultados desconocidos. Por eso la arquitectura cambiará.
En 1920, Warren G. Harding ganó la presidencia de los Estados Unidos en medio de la última pandemia (y en el caos de la Prohibición y el Sufragio) con el lema “Un regreso a la normalidad” que nunca se materializó. En cambio, "The Roaring '20s" nos llevó a la Gran Depresión, luego a la Segunda Guerra Mundial.
Nadie vio estos resultados en 1920. Nadie conoce tampoco los resultados de 2020. Pero sé que, finalmente, se acabó el siglo XX.
Te invitamos a consultar la cobertura de ArchDaily relacionada con el coronavirus, leer nuestros consejos y artículos sobre productividad al trabajar desde casa y conocer las recomendaciones técnicas para el diseño saludable en sus proyectos futuros. Además, recuerda revisar los últimos consejos e información sobre COVID-19 del sitio web de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
