-
Arquitectos: Pepa Diaz Arquitecta
- Área: 196 m²
- Año: 2019
-
Fotografías:David Frutos
-
Proveedores: Adobe, AutoDesk, Daikin, Duravit, Keraben, Leds-C4, Metra, Robert McNeel & Associates
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Una casa que toma posición en el lugar. Desde el estudio queríamos reflexionar, sobre la necesidad imperiosa con la que llegan muchos habitantes de esta zona, la de obtener superficies horizontales infinitas carentes de lugar, cuando la mayoría de ellas tienen topografías que permiten trabajar como se ha podido hacer en este proyecto, integrando la arquitectura en ésta.
Por otro lado, reflexionamos sobre la arquitectura, intentando explorar la combinación de lenguajes arquitectónicos contemporáneos, alejándonos de corrientes y estilos encasillados, obteniendo un resultado sutil, que desde nuestro punto de vista convive armoniosamente. Ubicamos aquellos usos más estáticos y cuantificables en el lenguaje más denso y compacto, por otro lado, las necesidades de reunión y estar tanto al exterior como al interior se sitúan en la parte de la casa que presenta un lenguaje más ligero, donde la casa no presenta límites con esta topografía y ambiente vegetal del exterior, de forma que el conjunto de la parcela pasa a formar parte de ella, domesticando la naturaleza y diluyendo el límite interior y exterior.
La vegetación de árboles, arbustos… generan un oasis doméstico, que mucho le aleja de las construcciones vecinas y de la zona, permitiendo a los habitantes retomar el contacto, en su propia casa, con la naturaleza.
Se trata de una propuesta de contraste, por un lado, una composición volumétrica fragmentada, densa, integrada en la topografía del terreno en la que el revestimiento cerámico que la envuelve refuerza y materializa el peso de los volúmenes y la pureza de las líneas que los definen. Por otro lado conecta o desconecta estos volúmenes un perímetro transparente, transpirable y discontinuo, generando un espacio ambiguo, liviano y abstracto, que cede el protagonismo a la vegetación circundante, fingiendo que vive al aire libre, y por lo tanto aproximando al habitante a la naturaleza, coronado por una ligera losa de hormigón sobre pilares metálicos que se entremezclan visualmente con la vegetación que la envuelve. Perímetro transparente que permite abundante ventilación e iluminación natural.
Ambos lenguajes conviven con la naturaleza instalada en la parcela donde se ubican.