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Arquitectos: Sinas Architects
- Área: 245 m²
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Fotografías:Yiorgos Kordakis
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Proveedores: Dedon, Fantini, Maruni, Myran, Normann Copenhagen, Patiris, Valdama
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El objetivo principal de este proyecto era crear una casa que se integrara en su entorno natural, un paisaje de empinadas laderas de tierra y grava cubiertas de arbustos espinosos y grandes formaciones rocosas. Entre los elementos más importantes de este proyecto están los bajos muros de contención hechos de piedra, llamados localmente xenolito, y creados hace mucho tiempo para el cultivo de la tierra.
Cuando pensamos en las islas griegas y en su arquitectura vernácula, pensamos en volúmenes y cajas blancas escalonadas en un paisaje empinado. El primer paso de este proyecto fue desafiar esta imagen creando las fachadas principales de esta casa a partir de los xenolitos, sus tradicionales muros de piedra. Estas paredes comienzan a poca altura y se desarrollan gradualmente hasta alcanzar la altura suficiente para la vivienda. Forman un camino que avanza suavemente siguiendo y separándose de las laderas, independizándose de la topografía, para formar espacios entre ellas.
Para seguir este concepto, todas las funciones de la casa se colocaron secuencialmente, haciendo que el volumen fuera largo y estrecho. Las paredes tienen una ligereza que parece haber sido afectada por los fuertes vientos del archipiélago de las Cícladas, como "cintas en el aire". Además, para completar el aspecto de los muros de piedra, el techo de la casa se cubrió de tierra y vegetación, haciendo referencia al paisaje natural del lugar. Esta elección hace que la casa sea casi invisible cuando se ve desde lejos.
Otro rasgo importante de las casas rurales locales, que sirvió de inspiración para este proyecto en las islas griegas, fueron las pérgolas de madera, formadas por gruesas vigas y columnas de madera rugosas y lisas con un techo de bambú, todo ello en su color natural. Esta estructura aparece tanto en el exterior como en el interior, en el techo, haciendo referencia a esta antigua técnica de cierre de edificios. Este elemento se utilizó en toda la casa, tanto en el interior como en el exterior.
Naturalmente, las vigas no podían colocarse paralelas entre sí, por lo que siguieron la morfología curva del volumen, como las vértebras del cuerpo humano. Como resultado, el bambú se tejió en forma de espiga, creando un patrón único con hermosas texturas de sombra.
Las puertas y ventanas son sencillas y de madera, de color oliva claro, y los principales muros exteriores son de piedra dejadas al natural. Ambas decisiones siguen el estilo y la técnica tradicional del lugar.