El plástico es un material increíble. El gran problema es cómo lo usamos y cómo lo desechamos en la naturaleza. Con esta idea en mente fue creado el Museo del Plástico, para mostrar el papel vital que juega el plástico en nuestras vidas, así como las posibilidades que ofrece su reutilización y reciclaje. Inaugurado en Madrid el 8 de Mayo, el museo no solo contiene piezas de plástico, sino que está construido íntegramente con este material. A través de los elementos presentados en su interior –objetos imprescindibles para el cuidado de la salud, la comunicación, la construcción, la alimentación y la movilidad sostenible–, el visitante podrá conocer todo lo que nos aporta el plástico cuando se utiliza correctamente.
"Este museo destaca la importancia del uso del plástico y su contribución a la protección del medio ambiente en todas sus etapas: ecodiseño, uso, reutilización y reciclaje", comenta Alicia Martín, portavoz de EsPlásticos, plataforma que aglutina a los distintos agentes que forman parte del sector del plástico en España. "También muestra cuál es su contribución en la lucha contra el cambio climático, reduciendo el consumo de energía y las emisiones de CO2", agrega.
Hemos hablado mucho del enorme daño que ha traído el plástico al medio ambiente, pero también son muchos los casos en los que este material ha reducido el gasto excesivo de energía. En este artículo de Alberto Cerri se exponen algunos pros y contras de este polémico material, que está más presente en nuestras vidas de lo que imaginamos. "Un buen ejemplo es la industria del automóvil. Los autos viejos tenían mucho equipamiento metálico, muy pesado. Con la difusión de los materiales plásticos, los autos se volvieron más livianos y el costo del combustible disminuyó significativamente, mitigando las emisiones de gases por efecto invernadero". El autor también menciona otros productos plásticos como las lonas plásticas utilizadas en los rellenos sanitarios para evitar la contaminación de las aguas subterráneas, el aislamiento térmico de ciertos materiales que reduce el consumo energético, o las películas plásticas que brindan mejores rendimientos en ciertos tipos de cultivos agrícolas, entre otros.
La complejidad de este producto también lo convierte en un problema. Su durabilidad, resistencia mecánica y su efectividad frente a hongos y bacterias lo hacen un material casi eterno, dificultando su descomposición. Además, es un material difícil de compactar y genera un gran volumen de residuos, ocupando mucho espacio, obstaculizando además la descomposición de otros materiales orgánicos. Cuando el plástico cae a los océanos, se descompone en pequeñas partículas de plástico –microplásticos– que terminan participando en la cadena alimentaria. Repensar el plástico de un solo uso (bolsas, vasos desechables, pajitas, etc.) es fundamental y ya se ha hecho. Pero pensar en el destino del material después de su eliminación es igualmente importante.
El 17 de mayo, Día Mundial del Reciclaje, se desmontará la estructura para reutilizar y reciclar todas sus partes con el fin de transmitir la importancia de la valorización de estos materiales. Se reciclarán muros, techos y suelos para transformarlos en diferentes objetos y darles una nueva vida.
El Museo fue diseñado por el estudio de arquitectura Delavegacanolasso, especializado en arquitectura modular prefabricada y el uso de elementos plásticos para el diseño y la construcción de estructuras y mobiliario. Con una superficie de 73.5 m2, el museo está construido con diversos materiales plásticos, como polietileno, metacrilato, policarbonato y PVC. Presenta un diseño moderno y vanguardista, y combina luz natural y artificial, mientras juega con diferentes materiales plásticos. A lo largo de sus tres salas, el Museo se presenta como un espacio transformador, que tiene como objetivo cambiar la percepción errónea o inexacta del plástico, presentándolo como un material reciclable y sostenible. A través de su propia estructura y fabricación, el museo persigue el objetivo de transformar su mal uso a través de prácticas responsables y una mayor conciencia ambiental.
Para quienes no pueden visitar presencialmente el museo, el Museo del Plástico ha puesto a disposición en su sitio web un recorrido virtual por todas las salas y piezas del museo.