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Arquitectos: BLT Arquitectos
- Área: 250 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Javier Agustín Rojas
¿Cómo implantar una vivienda en la ladera de una montaña? Este fue el principal desafío que planteo el proyecto de la casa VG, donde tanto su uso, su implantación y su construcción se vieron condicionados por su ubicación en la ladera.
Como encontrar la mejor manera de implantar una vivienda de mediana superficie, en un terreno cuya pendiente promedia los 45 grados con declive en orientación sur, y en un lote largo y estrecho. La lógica solución de aterrazar los diferentes niveles de la vivienda no era la mejor alternativa en un lote cuya pendiente baja hacia el sur. Para aprovechar las visuales y obtener una mejor orientación desde la casa, y a la vez poder liberar la vista desde la calle, reduciendo el impacto de la construcción en su cota más alta, decidimos implantar una estructura perpendicular a la pendiente, como un muelle que surge desde la cota más alta del lote, y va creciendo en sucesivas plantas hacia abajo.
La ladera en la que se implanta la vivienda está totalmente cubierta de monte nativo. Este era un valor del paisaje a preservar, por lo que la relación entre la construcción, el terreno y la vegetación debería darse de la manera menos artificial posible, evitando excesivos rellenos y apoyando la estructura directamente en el suelo natural rodeado de vegetación.
Los usos de la vivienda y la relación interior-exterior también se ven afectados por la pendiente. Evitar la sensación de desconexión entre los espacios interiores y el suelo natural provocada por la altura y los múltiples niveles, fue otro de los temas que se plantearon en este proyecto. Para esto, se pensaron grandes superficies de terrazas, que permitan salir al terreno desde todos los niveles de la casa, y a la vez que genere múltiples espacios intermedios de uso y expansión.
Ante la dificultad que plantea la construcción en una pendiente tan pronunciada, la casa se concibió como un gran andamio que facilite su propia construcción. Una estructura de hormigón armado abstracta y repetitiva que interactúa con la topografía genera dos crujías, una cubierta con los espacios interiores y otra semicubierta de terrazas y espacios intermedios. El resto de los elementos de la construcción (cerramientos muros y losas) se pensaron en seco, cerrando los diferentes vanos de la estructura.