El estudio de las rocas nos permite comprender la formación de nuestro territorio. Sus tipos, colores y capas revelan la historia. Junto con la atmósfera y la hidrosfera, la litosfera es uno de los grandes elementos del sistema terrestre, dando soporte a la biosfera. La capa sólida externa de los planetas está formada por rocas y suelos, y en cuanto a las rocas, hay varias formas de clasificarlas. Lo más común es separarlas por sus procesos de formación, como ígneas, sedimentarias o metamórficas. Mientras que las rocas sedimentarias constituyen aproximadamente el 5% de la corteza terrestre, el 95% restante son rocas ígneas o metamórficas.
Debido a su durabilidad y resistencia, junto con sus variados diseños y colores, las piedras se han utilizado como materiales de construcción y revestimiento durante cientos de años. Para los pisos, la piedra sigue siendo una opción noble y elegante, que además de tener una alta inercia térmica y estabilidad estructural, agrada a muchos por su agradable textura al tacto.
Rocas ígneas
Las rocas ígneas o magmáticas se originan a partir de la solidificación del magma y constituyen formaciones geológicas de alta resistencia y alta dureza. Para suelos, los más utilizados son el granito y el basalto:
Granito
Cuando el magma se enfría en profundidad, da lugar a las llamadas rocas plutónicas o intrusivas, como el granito. Su composición es, sobre todo, minerales de cuarzo, mica y feldespato, pudiendo tener inclusiones de otros minerales. Según la ubicación de la roca en el globo terrestre, sus colores cambian. Como piso, el granito absorbe poca agua y permite la creación de piezas a gran escala, que pueden ser pulidas o rústicas.
Basalto
El basalto es producto de la fusión parcial del manto superior terrestre, siendo un material procedente de extensos flujos de lava. Es un magma más caliente con menos sílice que el granito, lo que lo hace más fluido, permitiéndole subir más fácilmente a la superficie de la Tierra. Cuando este magma entra en contacto con las condiciones de presión atmosférica y temperatura, se enfría más rápidamente, desarrollando una textura más homogénea y generalmente un color más oscuro. En los pisos, es una opción muy resistente y duradera para espacios interiores y exteriores.
Rocas sedimentarias
Las rocas sedimentarias se forman por la unión de escombros, llamados sedimentos, a partir de la fragmentación de otras rocas, bajo temperaturas y presiones relativamente bajas, por la descomposición de rocas preexistentes seguida por el transporte y la deposición de los escombros o, menos comúnmente, por la acumulación de químicos. Son porosas y permeables. En los pisos, la Arenisca y Caliza son las rocas más utilizadas:
Arenisca
La arenisca es el resultado de la deposición de arenas, las que después de un proceso de compactación y cementación, se transforman en rocas. Sus colores, por lo tanto, varían entre el amarillo y el rojo. Su superficie es muy rugosa, lo que la hace antideslizante y atérmica, y se utiliza habitualmente en exteriores.
Caliza
Las calizas son rocas sedimentarias formadas por la acumulación de microorganismos (principalmente cianobacterias), principalmente en ambientes marinos ancestrales. En los pisos, la piedra caliza tiene una textura más sedosa y colores que varían entre el gris, el rosa y el azul. Se usa principalmente en áreas al aire libre.
Rocas metamórficas
El metamorfismo es un proceso que implica cambios en la composición mineralógica, textura y estructura de una roca, predominantemente en estado sólido. Las rocas metamórficas surgen de la transformación de rocas sedimentarias o ígneas, mediante procesos físico-químicos debido a la humedad, la temperatura o la presión dentro de la litosfera. Para su uso en pisos, los más tradicionales son el Cuarzo y el Mármol:
Cuarzo
Generalmente de color blanco o gris, el Quarzo está compuesto casi en su totalidad de cuarzo, formado cuando las areniscas ricas en cuarzo se someten a un aumento de presión y temperatura. Es una piedra extremadamente dura e impermeable.
Mármol
El mármol, a su vez, se forma cuando la piedra caliza se somete a condiciones de mayor presión y temperatura, estando compuesta principalmente por calcita y/o dolomita. El mármol, como piso, es una opción muy elegante. Sin embargo, debido a que es más permeable que el granito, puede terminar fácilmente manchándose y desgastándose en zonas de mucho tráfico.
Pizarra
La pizarra se forma a partir de arcilla sometida a alta presión y temperatura, y se presenta en láminas delgadas y de alta resistencia. Su apariencia es bastante homogénea, en tonalidades de gris a negro, con ejemplos verdosos. Para pisos de exterior, debe utilizarse con cuidado, ya que pueden ser resbaladizos y retener más calor que las rocas claras. Otro aspecto importante a considerar al trabajar con este material es que se astilla más fácilmente que otras piedras.
Revisa más ejemplos de pisos de piedra, en interiores y exteriores, en esta carpeta de MyArchDaily.
Fuentes