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Arquitectos: OCA
- Área: 144 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Mauricio Paiva
“La etnicidad supone necesariamente una trayectoria (...) y un origen (...). Lo que sería propio de las identidades étnicas es que en ellas la actualización histórica no anula el sentimiento de referencia al origen sino que, incluso, lo refuerza. Es de la resolución simbólica y colectiva de esa contradicción que proviene la fuerza política y emocional de la etnicidad” Joao Pacheco de Oliveira. El avance del Estado, de la religión y del capital desestructuró la organización socioeconómica indígena, viéndose las comunidades obligadas a integrarse al sistema económico, esto parece ser la única escapatoria a la extrema pobreza ¿Cómo ver el futuro?
El intercambio parece ser una oportunidad para las comunidades indígenas de recuperar sus tradiciones culturales y la reivindicación de sus derechos. Para resolver sus problemas, la plena participación de los pueblos es la condición más importante. El establecimiento de un diálogo entre las organizaciones de apoyo y las comunidades podría permitir identificar los preocupantes problemas actuales y articular apoyo financiero y técnico, para que puedan elaborar y ejecutar sus propias propuestas de desarrollo. Esa es la razón de la investigación y proyecto realizado en la comunidad de los Toba Qom: entender lo que los une, los problemas que encuentran y sus consecuencias. La propuesta busca ser un modelo de gestión, diseño y construcción de equipamientos a través del manejo de pactos que no se centran solo en lo físico, sino que puedan explorar la capacidad de mirar la arquitectura más allá.
Busca ser un espacio que permita el encuentro, pero por sobre todo el intercambio en 2 aspectos. Uno, reforzar el sentimiento de origen, de su cultura y su identidad, resguardando en este espacio posibilidades de fortalecimiento de sus técnicas, lenguajes, gastronomía y de su propia vinculación comunitaria. Dos, encuentro de la comunidad con nuevos saberes, conocimientos que permitan generar adaptación y vinculación con dinámicas económicas, que permitan satisfacer sus necesidades fisiológicas y además les ayuden a la subsistencia de su propia cultura.
La propuesta es el resultado de los recursos materiales disponibles y la capacidad técnica de la gente del lugar. La comunidad demuestra habilidades muy buenas en el manejo de los troncos de Karanday, que se terminan proponiendo como los materiales estructurantes del proyecto. El techo en su interior, utiliza la paja como protector térmico, y a pedido de la comunidad, se utilizó la chapa metálica para poder dar mayor seguridad y duración.
Los mayores problemas encontrados en sus espacios habitables son los cerramientos laterales, dado esto propusimos moldear la tierra del lugar para instalar la capacidad de producir un material noble como es el adobe prensado, donde son los propios Toba los que encuentran la dosificación para hacerlo funcionar. Muros flexibles e independientes al esqueleto estructural, se abren y se cierran tomando en cuenta la orientación y paisaje, enmarcan espacios flexibles, asumiendo diferentes tamices, aperturas, curvas que permiten integrar partes del exterior al espacio interior, además de generar límites difusos, un espacio que se abre en sus 4 lados permeando el encuentro.