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Arquitectos: Rama Estudio
- Área: 92 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Jag Studio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se nos encarga una infraestructura, que albergue a 3 caballos, bodega de utilería, abrevaderos, espacio de aseo y ensillado. El proyecto busca reunir todos los servicios en un solo pabellón en donde se desarrollan todas las actividades para el cuidado y alimentación de los animales.
La idea fue resolver el programa debajo de una gran cubierta de estructura ligera y esbelta, que se mimetice con los bosques de eucalipto circundantes. Esto se logra mediante una secuencia de pórticos cimentados con los mínimos puntos de apoyo, los cuales fueron construidos en sitio con madera de eucalipto utilizando ensambles de carpintería simples y tornillería.
Se introducen piezas estructurales mixtas (madera y varilla tensada) en las cerchas lo que resulta en elementos ligeros, contemporáneos y casi invisibles. Con estas cerchas se logra una luz de 7,5 metros entre apoyos, dejando el espacio interior totalmente libre para la disposición de las pesebreras y una franja frontal que se abre a los espacios más públicos del proyecto.
Uno de los requerimientos del proyecto fue pensar en una futura ampliación, la repetición de estos pórticos estructurales le brindan al edificio la posibilidad de crecimiento horizontal progresivo y flexible.
Interiormente los módulos de pesebrera ocupan un espacio de 3x4 metros cada una, conformadas por panelerías prefabricadas de duela de pino, trabajadas por carpinteros de un taller de la zona, se montan estas cajas elevadas del suelo, dando la sensación de que flotan haciendo aún más ligero al edificio.
Los módulos-pesebrera se retranquean dejando una pasarela frontal de acceso, que se aprovecha como espacio cubierto exterior en donde se ubican: el abrevadero de los caballos, área de cuidado, ensillado, espacio para estar, sombra y protección a la lluvia.
La cubierta de este pabellón se resuelve a una sola agua, lo que permite orientar y recoger el agua lluvia en dirección a la fachada posterior de la construcción, hacia un canal de piedra que recorre el borde posterior por donde se infiltra el agua de vuelta al terreno. Se logra implantar la estructura de la manera menos invasiva al terreno fundiendo una cadena perimetral + 1 nervio en cada eje de la estructura lo que nos permite ocupar la mínima cantidad de concreto para anclar la estructura al suelo.
El contrapiso se conforma con terrocemento usando el material del sitio, mejorando su resistencia mediante compactación manual, al interior de las caballerizas se cubre el suelo de heno, lo que ayuda a mejorar el confort térmico de los animales, facilita la limpieza de los desechos y permite que orines se infiltren directamente al terreno.
En este proyecto se trabajó artesanalmente con carpinteros y recursos de la zona, durante la construcción la modulación de materiales y el manejo de recursos fueron prioridad; generando el mínimo desperdicio posible, cada excedente de madera fue incorporado a la estructura, elementos de apoyo o conformación de mobiliario de la estancia frontal, los tanques metálicos de agua de obra se cortan al medio y se reutilizan para los abrevaderos. No existen desagües ni conexión al alcantarillado, el agua lluvia se queda en el sitio para el riego de jardines, se instaló un sistema automático de bebederos para los animales optimizando el consumo de agua.
Para el desarrollo de la obra se utilizó mano de obra local y para el mantenimiento posterior del proyecto se involucra a la comunidad, cerrando el ciclo en donde el proyecto ayuda activar la economía del lugar, sembrando conciencia ambiental y de sostenibilidad entre los vecinos de un área rural que cada vez está más amenazada por la “modernidad”.