Las ideas de límite y de reconversión o reciclaje son conceptos muy discutidos en la teoría arquitectónica contemporánea. La investigación desarrollada por Paula Olea Fonti, denominada "[Re]estructuración del borde", evoca ambos temas y confecciona una creativa propuesta para la revitalización del borde costero de la ciudad argentina de Rosario.
El límite, que ha dejado de ser concebido como una línea para pasar a ser entendido como un espacio, vuelve a convertirse en un asunto de exploración y experimentación. Es un margen, una frontera y un extremo. Pero también es un espacio de transición, conversión y, por ende, de transformación.
El campo de la ecología describe un espacio similar bajo el término de ecotono, entendido como una zona de transición entre dos o más ecosistemas diferentes. En cada extremo viven especies de fauna y flora propias de ambas comunidades, pero, al mismo tiempo, pueden encontrarse algunos organismos particulares, que son ajenos a ambos. Estas particularidades vitales encontradas en cada ecotono funcionan como analogía perfecta en referencia a las características que pretende recuperar la autora a través de la investigación que lleva a cabo.
Según la exposición de la arquitecta, el proyecto pretende detectar todas las infraestructuras abandonadas y obsoletas en el borde del Río Paraná, en Rosario, Argentina. Esta última, pese a ser una ciudad que en los últimos años ha intentado recuperar su frente ribereño, se enfrenta aún hoy con varias problemáticas relacionadas con ello. Por un lado, los accesos al borde costero se vuelven escasos y puntuales. Debido, en primer lugar a las variables y extremas cotas de nivel que presentan la ciudad y el río en sus casi 20 kilómetros de borde. Y en segundo, a la privatización de los puntos donde se logra romper esta fricción geográfica. Por otro lado, al ser una urbe fundada desde la importancia de su puerto y al posterior traslado del mismo hacia zonas alejadas del casco céntrico, posee un borde dotado de una vasta cantidad de infraestructuras abandonadas y obsoletas que quedaron en desuso.
“[Re]estructuración del borde” busca relacionar estos dos temas detectando estas estructuras abandonadas, proponiendo su reutilización y, mediante ella, la intensificación de esta relación entre la ciudad y el río. A través de esta aproximación al curso de agua se pretende resaltar su valor para la ciudad y generar también una toma de conciencia en los habitantes, promoviendo el acercamiento físico de la sociedad con su caudal ribereño e incentivando el cuidado del mismo.
“Mediante este análisis que nace en forma de catálogo, se pretende crear un mapeo del conjunto de elementos infraestructurales que están "unidos" mediante el borde del río Paraná. Así, se busca demostrar la capacidad del paisaje para trabajar como campo de conectividad. Se piensa en el río como un espacio que puede estar interconectado por estas infraestructuras intensificando la relación de la gente con el paisaje y posibilitando la interacción fluida entre la ciudad, el río y las islas”
- Paula Olea Fonti
La labor ha partido desde la identificación de tres elementos principales. Primero, se ha llevado a cabo el relevamiento de los programas que se encuentran en la margen ribereña. Segundo, se han identificado los puntos de contacto de la población con el río. Y tercero, se han detectado las infraestructuras que han sobrevivido en pie luego del traslado del puerto y que desde hace años se encuentran en desuso.
Para continuar desarrollando el análisis se ha creado un catálogo que recoge cuatro áreas: infraestructura obsoletas, infraestructuras ya recuperadas, infraestructuras proyectadas y proyectos de infraestructuras realizados en otros ámbitos. Desarrollados estos por distintos arquitectos y artistas que piensan y reflexionan sobre nuevos modos de recuperar completamente estos espacios, en algunos casos, y de hacerlos funcionar como catalizadores urbanos, en otros.