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Arquitectos: Takk
- Área: 110 m²
- Año: 2021
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa The Day After es la reforma de un piso de 110m2 en Madrid con el ánimo de actualizar la vivienda hacia nuevos modelos de uso y conciencia medioambiental tras la emergencia del nuevo régimen climático y la crisis energética actual.
El proyecto se desarrolla alrededor de tres ideas básicas.
Primero, trabajar con gradientes térmicos, para la configuración funcional y programática de la casa, en lugar de la más habitual a través de la combinación de estancias y pasillos. En la nueva propuesta se opta por una distribución donde la especificad climática y ambiental de cada espacio es diferente. Como si de las capas de una cebolla se tratara, los diferentes espacios de la casa se van anidando unos dentro de otros. Esto, además de posibilitar la eliminación de los pasillos, con el consiguiente ahorro de metros, funciona como método de ahorro energético pásivo. Conforme nos acercamos a los espacios centrales de la casa, estos cada vez se encuentran más aislados sin tener que aportar energía extra. Este tipo de distribución climáticamente diversa, en un contexto de escasez energética y un clima continental como el madrileño, con fuertes olas de calor en verano y periodos de frio intenso en invierno, permite unificar programa funcional, clima y eficiencia.
Segundo, el uso de materiales de baja emisión de CO2, básicamente madera y corcho natural, como materiales principales. El piso, orientado principalmente a norte, carece de aportación energética solar. Este hecho reducía considerablemente la paleta de materiales posibles; era necesario buscar un material que tuviera altas prestaciones como aislamiento para reducir perdidas, pero que a su vez tuviera poca inercia para que no tardara en calentarse.
Y tercero, construir, tanto por temas económicos como por temas energéticos, sólo la mitad de la superficie total de la casa y vaciar, incluidas las ventanas de fachada, la otra mitad, creando así una especie de terraza interior sin climatizar. Sumando los recursos limitados y el clima madrileño, de temperaturas altas gran parte del año, aparecía la posibilidad de entender los 110m2 del piso como una caja de zapatos vacía donde ‘solamente’ se construía en su interior una caja de 60m2 perfectamente aislada térmicamente (Casa de Invierno) dejando los 50m2 restantes como una terraza interior (Casa de Verano). Lo que al principio parecía una restricción (un presupuesto muy bajo) con esta acción se convertía en un elemento multiplicador. Dos casas por el precio de una. La materialidad de esta “casa de verano” funciona a la inversa que la de invierno. Se eliminan aislantes de paredes, techo, y suelos, y se revisten con una capa de mortero con gran inercia que captura el calor del verano, robándoselo al aire interior. Finalmente la incorporación de una estufa de leña y un sistema de puertas plegables y cortinas térmicas alarga la habitabilidad de este espacio durante el resto del año.