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Arquitectos: LIQE arquitectura
- Área: 231 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Roi Alonso
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Proveedores: Cortizo, GRUPO PAMESA CERAMICA, TAU Ceramica, Prissmacer, Ecoceramic, Geotiles, Navarti, Knauf, Mermet S.A.S, Roca
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El Molino es, desde hace más de 70 años, todo un referente en pastelería en Vigo. Su famosa tarta de te o sus virutas de chocolate no necesitan presentación en la ciudad. Ante el cierre de su histórica tienda en calle Colón debido a la reforma del edificio, la gerencia locali-zó un espacio con el potencial de convertirse en el buque insignia de la marca, en pleno centro de negocios de la ciudad, a escasos metros de la anterior. El espacio encontrado al inicio del proyecto era el resultado de un pasado que no quiso mirar atrás, sólo entendía de progreso, funcionalidad y economía. Sucesivas intervenciones desde mitad del siglo pasado en adelante fueron modificando el original taller de textil que ocupaba un espectacular espa-cio del que sólo quedan los escasos restos que se han intentado recuperar.
Durante esos años los arcos originales de fachada fueron eliminados para abrir grandes escaparates, se dividió la altura con entreplantas hoy en día impensables y se subdividió el espacio para ganar aprovechamiento en un entorno en el que el precio del alquiler superó desgraciadamente al valor de la historia. Igualmente una visión indebida del lujo y el progreso llevó a anteriores ocupantes a ocul-tar la estructura original de piedra, cargada de historia, bajo chapados de granito fuera de contexto y escala. El proyecto propone la recuperación de la esencia del espacio del taller textil original. La imponente escala de los arcos de piedra, nacida de las necesidades funcionales de un pasado industrial, definen un espacio que se desarrolla con vocación de sobriedad. Eliminando entreplantas y revestimientos inapropiados, se propone un interior completamente neu-tro, para permitir que los extraordinarios productos de El Molino sean los absolutos protagonistas. De modo respetuoso, se decide dejar a la vista todas las cicatrices del pasado en la piedra, incluso las grandes vigas metálicas que permitieron abrir el hueco en fachada se marcan revestidas únicamente por motivos de conservación. Se diseña con sobriedad y un sentido marcadamente funcional, revistiendo las paredes con un discre-to panelado acústico ranurado en color blanco en distintas densidades. Para el techo se opta por una solución acústica que potencie la presencia de los arcos, consiga la adaptación de escala del exterior monumental del centro de negocios a un entorno de pausa y sere-nidad, y rememore uno de los productos estrella de la marca: las virutas de chocolate. Se genera para ello una superficie alabeada mediante tejidos de fibra de vidrio fonoabsorbentes.
Se juega discretamente en el interior con la repetición, el ritmo, la cadencia; con sutiles contrastes introducidos mediante alteraciones que responden a la función de los espacios: cambio de sistema de revestimiento, diferencias en las alturas de los acabados, variaciones en las distancias. De este modo se potencia la imagen de profesionalidad, seriedad y trayectoria de una marca tan importante en la ciudad, aludiendo igualmente a su visión artesanal de la pastelería. Los pavimentos de color arena se emplean como elemento de unificación, conservando el tono de la piedra original pero variando su textura. El roble aparece como el contrapunto a la uniformidad de los ranurados en blanco. La madera natural, con su textura cargada de historia, mantiene el equilibrio de lo artesanal en el local. Se difumina el límite entre la pastelería y la cafetería para promover la vida y el movimiento en el interior del local, permitiendo además que el proyecto se adapte en el futuro a diferentes necesida-des funcionales: aumentar las zonas de exposición de producto según temporadas o permitir la reali-zación de eventos que ocupen todo el espacio.