El domingo 15 de mayo de 2022, en el Disseny Hub Barcelona, se realizó el acto de clausura de la segunda edición del BARQ - Festival Internacional de Cine de Arquitectura de Barcelona. Un evento que fue al mismo tiempo acogido dentro del reciente MODEL - Festival de Arquitecturas de Barcelona.
En esta ceremonia, se anunciaron las películas ganadoras dentro de las dos categorías en competencia: largometrajes y cortometrajes. Conoce cada una en detalle, a continuación.
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BARQ Festival 2022, explorando las realidades sociales a través del cine de arquitectura
A través del premio concedido por el jurado, el BARQ, que tendrá una tercera edición en 2023, va definiendo sus intenciones respecto al mensaje que quiere transmitir a la sociedad, que no tienen que ver con contentar al colectivo de arquitectos, sino ir mucho más lejos, exponiendo una visión muy crítica sobre las realidades sociales relacionadas con la arquitectura a través del séptimo arte.
- Largometraje ganador: “The Bubble”
El jurado de la Sección Oficial de Largometrajes, integrado por Ruth Somalo, Marc Serena y Javier Peña, le ha concedido el premio al largometraje “The Bubble”, dirigido por la documentalista austríaca Valerie Blankenbyl.
El documental es una crítica a la comunidad de personas jubiladas (blancas en su mayoría) más grandes de Estados Unidos: The Villages, mostrando el lado oscuro de lo que se pregona como un espacio ideal para transcurrir los últimos años de vida.
Esta “burbuja urbana” situada en Florida, que crece descomunalmente siendo ecológicamente insostenible, es un mal llamado “vecindario” (porque excede ampliamente la escala de vecindario) que tiene un alto poder sobre los recursos de la región y le permite dotar de agua y de espacio edificable a sus residentes, manteniendo sus lujosas formas de vida. Dispone de 96 centros recreativos, 54 campos de golf, 70 piscinas y unos 3000 clubs sociales, una viva prueba del desequilibrio social y las desigualdades raciales y de oportunidades que existen en Estados Unidos.
Así, sus residentes viven en una especie de “Truman Show”, ajenos - o no - a esta situación, atentos a sus propios medios de comunicación, viviendo de forma surrealista, con todas las comodidades imaginables, mientras votan a Trump y conducen tranquilamente carritos de golf por las calles de sus monótonos vecindarios, negándose a “ver” la decadencia que, ellos suponen, experimenta su país. Paradójicamente, para sus habitantes este sitio es el paraíso, despreocupados por el daño que este desarrollo ocasiona a las comunidades locales, a la naturaleza y a las generaciones futuras.
En conclusión, “The Bubble” es una reflexión sobre lo que parte de la humanidad entiende (o malentiende) por “progreso”, desde diversos puntos de vista: político, social y medioambiental: ¿cómo es posible que haya personas que crean que este tipo de emprendimientos es un avance para la sociedad?
- Cortometraje ganador: “Storgetnya”
Por otro lado, el jurado de la Sección Oficial de Cortometrajes, compuesto por Júlia Solans, Fredy Massad y Carolina Ciuti, ha elegido como ganador de esta categoría a "Storgetnya", remarcando el valor de este corto como impactante y sensorial. Su joven director es el francés Hogiv Hagopian, de origen armenio, quien estudió cinematografía en la escuela de cine parisina La Fémis.
"Storgetnya" nos adentra en un inusual mundo de una clínica subterránea situada a 230 metros bajo tierra, en la mina de sal de Avan, Armenia. En estos espacios tenuemente iluminados, una doctora trata a una serie de pacientes, ordenándoles que salten o que muevan los brazos, por ejemplo, siguiendo rutinas diarias que forman parte de un tratamiento de rehabilitación de los mismos.
Es este un mundo extraño y mágico al mismo tiempo, ya que, basándose en teorías de los antiguos griegos sobre las cualidades curativas de las minas de sal, supone que el aire de las profundidades, rico en minerales, cura problemas respiratorios. El director grabó durante días la actividad de esta peculiar clínica. Las imágenes del lugar evocan aires de realismo mágico: túneles excavados e iluminados con fluorescentes, una mesa de ping-pong en lo que parece ser una gruta natural, una cueva convertida en una sala de espera, entre otras escenas, componen este fascinante espacio terapéutico bajo tierra.
Las dos películas ganadoras recibieron un galardón y un premio en metálico dotado por la Fundación Arquia.
En la clausura, además de realizarse el anuncio de los ganadores y la entrega de premios, se proyectó el documental “The Healing”, dirigido por las danesas Hannah Elbke y Natalia Anna Ciepiel. Este trata sobre 1500 habitantes de Copenhague que viven en viviendas sociales en Lundtoftegade, bajo el peligro de terminar en la llamada “lista dura de guetos” del gobierno y que, por ello, gran porcentaje de los terminen siendo reubicados a la fuerza. Los residentes, al no lograr diálogo con las vías administrativas o con los responsables políticos y ante el ante el temor al desahucio, encuentran su manera de luchar a través de un ritual comunitario. El mismo, que lleva el nombre del documental, consiste en pedir ayuda espiritual y expulsar las fuerzas del mal, y así sanar su área de viviendas y cambiar su destino.
Cabe aclarar que el jurado quiso otorgar menciones especiales a dos películas más: por un lado al largometraje “Building Bastille”, de Leif Kaldor, que fue proyectado en la ceremonia de apertura del festival, con la participación de sus productores, y cuenta la historia de la construcción de la Ópera de la Bastilla, en París; y por otro al corto “Windows from here”, de Liciano Vidigal y Arthur Sherman, en el cual sus autores capturan los días de confinamiento durante la pandemia en las favelas brasileras de Río de Janeiro.
A pesar de que este fue el acto de cierre, la historia no termina aquí. Después de cinco días en Barcelona, el BARQ se trasladó a Madrid con la proyección del largometraje ganador "The Bubble", el día 19 de mayo en el Círculo de Bellas Artes.
El BARQ Festival es una iniciativa de la productora Nihao Films y cuenta con el apoyo de relevantes organizaciones de arquitectura como la Fundación Mies van der Rohe, la asociación Arquin-FAD, el Colegio de Arquitectos de Cataluña, la Fundación ICO, la Fundación Arquia y el Disseny Hub Barcelona. Sin duda el éxito de la segunda edición superó ampliamente el de la primera, y no se espera menos para la tercera.