Mañana, 25 de junio de 2022 se cumplirán 170 años desde el nacimiento de Antoni Gaudí, el máximo representante del modernismo catalán, y lo celebramos compartiendo la historia de su vida y recordando su obra.
Gaudí nació en 1852, en Reus, Tarragona, en ese entonces la segunda ciudad más importante de Catalunya, pasando gran parte de su niñez en el entorno campestre de la provincia. La geología del sitio, su flora y su fauna, ejercieron gran influencia en sus posteriores ideas arquitectónicas. La actividad de su padre, que era calderero, también marcó significativamente su personalidad en lo formal y en lo constructivo: lo veía constantemente moldear y curvar con su martillo planchas de cobre para crear recipientes en los que luego se destilarían alcoholes.
Desde la escuela primaria, Gaudí mostraba especial interés y destreza por asignaturas como dibujo, geometría y aritmética, por tanto, no fue extraño que acabara trasladándose a Barcelona para estudiar arquitectura. Mientras estudiaba, trabajó como ayudante de notables arquitectos de la época y en talleres de artesanos, donde tuvo sus primeras aproximaciones al tratamiento de materiales como la madera, la cerámica, el vidrio y la piedra.
El 1878 recibió su título de arquitecto y a partir de ese momento comenzó su carrera profesional incesante hasta el día de su fallecimiento, en 1926, a causa de haber sido atropellado por un tranvía.
Gaudí es una figura internacional de la arquitectura, de eso no hay duda. Pero, su historia no siempre fue así. Por muchos años la incomprensión hacia sus proyectos fue general, sus propios conciudadanos no comprendían la originalidad y excepcionalidad de su obra, sus propuestas eran consideradas arbitrarias y un derroche de formas.
No fue hasta mediados del siglo XX que muchos estudiosos comenzaron a frecuentar la capital catalana para conocer esta obra que se salía de todos los esquemas, iniciándose una corriente internacional de interés por Gaudí. Fue Salvador Dalí la primera voz de la modernidad que se levantó por el arquitecto, seguido por Le Corbusier, Josep-Lluís Sert y muchas otras personalidades importantes en la disciplina.
"La originalidad consiste en el retorno al origen: así pues, original es aquello que vuelve a la simplicidad de las primeras soluciones"- Antoni Gaudí
No se puede negar que la originalidad de la obra desbordó a sus coetáneos del modernismo catalán. A continuación, mostramos algunos de sus proyectos y artículos más relevantes.
Clásicos de Arquitectura: Sagrada Familia / Antoni Gaudí
Conocida como la obra más representativa del Art Nouveau Catalán (modernismo) y la más importante del arquitecto, el Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, una gran basílica católica, se encuentra ubicada en Barcelona, España. Comenzó a construirse en 1882 y aún sigue en construcción.
Clásicos de Arquitectura: Casa Milà / Antoni Gaudí
Con su fachada ondulada y su techo escultórico surrealista, la Casa Milà parece más orgánica que artificial, como si estuviera tallada directamente desde el suelo. Ubicada en el centro de Barcelona, y más conocida como La Pedrera, el edificio, al igual que la Casa Battló y el Parc Güell, se inspiró en el movimiento modernista, el estilo Art Nouveau de España.
Clásicos de Arquitectura: Casa Battló / Antoni Gaudí
La Casa Battló fue construida entre 1904 y 1906. Toda la arquitectura de esta obra parte de la base de las formas animales, en especial del océano, a través de un trabajo con curvas, sugerencias al esqueleto y colores brillantes, que en conjunto componen una obra maestra en Barcelona.
Clásicos de Arquitectura: Parc Güell / Antoni Gaudí
Parc Güell es un gran parque diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí a petición del conde Eusebi Güell, el cual quería construir un parque de estilo para los aristócratas de Barcelona. En este parque, Gaudí mezcla su estilo extravagante con la naturaleza para llegar a las estructuras que se elevan desde el suelo como árboles, pero son identificables como elementos construidos.
Clásicos de Arquitectura: Colònia Güell / Antoni Gaudí
Colònia Güell era una colonia de trabajadores ubicada en Santa Coloma de Cervelló, en la actualidad una población de unos 7.000 habitantes, a 20 kilómetros de Barcelona. El área era un suburbio industrial que creció rápidamente a finales del siglo 19.