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Arquitectos: Alejandro Restrepo-Montoya Arquitectura, Estudio Central
- Área: 480 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Alejandro Arango, Luis Bernardo Cano
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Proveedores: Acquavieira, Concrestone
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En lo alto de una colina, la casa se integra con un paisaje natural conformado por taludes, planicies, agua y vegetación local. Las visuales se orientan hacia el paisaje lejano, conformado por montañas y por la naturaleza del entorno.
Es un conjunto de elementos sólidos dispuestos sobre el terreno y que soportan los elementos horizontales superiores. Este lenguaje del contraste entre el lleno y el vacío, lo natural y lo intervenido, lo sólido y las transparencias, configura una volumetría articulada por los vacíos, por los usos domésticos y por la relación entre lo vertical y lo horizontal.
Una sucesión de umbrales y patios antes de llegar a la vivienda conforman los primeros pasos del recorrido. El espacio de llegada filtra a través de sombras y de espacios exteriores descubiertos y cubiertos, una transición al interior. Acceder al espacio interior significa cruzar por transiciones naturales y construidas que permiten ir descubriendo el interior de la casa mientras se transita por la naturaleza y los espacios exteriores. Un patio tras el muro del zaguán de acceso, acompaña la llegada al interior. Entrar a la casa significa redescubrir el exterior a través de una planta libre, donde las actividades de la zona social integran la naturaleza y el espacio interior con el paisaje que acompaña la arquitectura de la casa.
Los primeros pasos en el interior de la casa encuentran una planta libre donde las actividades sociales se integran con la cocina. Al oriente y occidente espacios privados como servicios, habitaciones y el estudio, están conformados por los muros y volúmenes que sirven como soporte de la casa. Una terraza cubierta y un carril de agua que se prolonga sobre el terreno son la extensión de la zona social interior hacia el exterior.
Una escalera localizada sobre la fachada de acceso y dispuesta al lado del jardín exterior, integra el primer y el segundo nivel. En su lugar de llegada se articula con un espacio colectivo familiar que a su vez separa las habitaciones de los hijos de la habitación principal. Una sucesión de vacíos sobre el primer nivel conforma dobles alturas en el espacio interior y define la levedad de los planos horizontales que se apoyan sobre los muros y los volúmenes que conforman los espacios privados.
Los dormitorios se ubican en el segundo nivel, ocupando las fachadas oriental y occidental, con visuales hacia el paisaje localizado hacia el norte y hacia el sur. Las habitaciones tienen salidas hacia los balcones exteriores que configuran los planos horizontales y que descansan sobre los muros y volúmenes del primer nivel.
La casa es un contraste formal de llenos y vacíos, de levedad y de firmeza asociadas a su materialidad. Los llenos, que definen la solidez de la estructura, son muros en mampostería revestidos por piezas de concreto gris oscuro y claro. La levedad de la estructura son los entrepisos metálicos que conforman el lenguaje y complementan el contraste de la materialidad al exterior. Al interior, pisos, cielos y revestimientos en madera natural configuran un espacio habitable cálido, donde los usos domésticos están acompañados de elementos naturales que revisten los planos horizontales y verticales de la casa. Al exterior, la naturaleza local sirve como paisaje que integra la vegetación, el agua y las visuales con la materialidad, los colores y los usos de la casa.