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Arquitectos: Impulsar Arquitectura
- Área: 260 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Luciano Navarini
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Proveedores: Aluar, AutoDesk, Casaterra revestimientos, Faplac, Ferrum sanitarios, Peirano griferias, SIRC ILUMINACION
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto surge por encargo privado, para ejecutar dos viviendas tipo dúplex en una zona residencial consolidada de la ciudad de Granadero Baigorria, 10km al norte del microcentro de Rosario. Se implantan dentro de un lote acotado entre medianeras, con un frente de 15 m por una profundidad de la misma dimensión.
La premisa del encargo fue proyectar dos unidades independientes, para familias jóvenes, que contemple la adaptación de múltiples realidades a la dinámica espacial de la unidad, dando opciones versátiles de vinculación entre una futura familia desconocida y la vivienda.
Este punto, el trabajar sin un comitente definido, sumó un grado de complejidad que potenció la propuesta. Ya que nos permitió reinterpretar y repensar la vivienda unifamiliar toda, junto con sus relaciones, sus espacios y sus necesidades de adaptación al mundo post-pandemia. Generando respuesta a las incógnitas planteadas por el aislamiento y la reconfiguración de una nueva realidad. Donde se reconocen notables transformaciones en los vínculos dentro de la familia, y a la vez entre está y las tareas que antes se encontraban por fuera de la vivienda, y que hoy pasan a necesitar un espacio arquitectónico que las contenga.
Considerando esta realidad generamos una propuesta que intenta dar respuesta a esta nueva configuración vincular a través de espacios intermedios y versátiles, que permitan ser redefinidos a través del tiempo y a la vez que potencien las actividades al interior de vivienda.
Para ello se generó un estudio en planta baja, que permita recibir a personas ajenas al núcleo familiar sin intrusión en el espacio privado, manteniendo la dinámica familiar de cada unidad. Y que, a la vez, este estudio, pueda convertirse en un dormitorio de servicio dando respuesta a un programa flexible.
Por otro lado, se potenció la idea de espacios privados al aire libre, reconfigurando la relación interior/exterior a través de terrazas de dimensiones generosas, pensadas como expansiones privadas de ambos dormitorios hacia el exterior. Donde los integrantes de la familia puedan desarrollar actividades de ocio anteriormente vinculadas con balcones de dimensiones mínimas.
La obra se implanta y se ata de manera orgánica con la ciudad, borrando parcialmente la línea de edificación y articulando el espacio público con los limites privados a través de la vereda que configura la cochera de cada unidad. Esta sustracción da lugar al ingreso principal, donde se accede a un pequeño recibidor que funciona de fuelle separando el estudio y el toilette, del núcleo privado de la vivienda sobre planta baja y su patio. Este espacio central, multiplicado por la doble altura da lugar a la caja de escaleras que conecta el área privada con sus terrazas.
La materialidad refuerza la idea proyectual de contraposición, potenciando esta suerte de negativo volumétrico entre lleno y vacío a través de un contraste interior-exterior. Para lograr una síntesis que enfrenta una cascara exterior de ladrillos, hormigón y baldosas calcáreas, como únicos elementos constitutivos de un afuera “en bruto” con un interior blanco, de líneas claras y puras.