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Arquitectos: Juan Carlos Bamba, Natura Futura Arquitectura
- Área: 56 m²
- Año: 2022
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Fotografías:José Escandón, Juan Terreros, Jhonatan Andrade
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El observatorio de Santay se plantea como un espacio flotante de expresiones artísticas, talleres de capacitación para niños y adultos, investigaciones ambientales y actividades de integración comunitarias.
La isla Santay, con 315 habitantes, forma parte del sistema nacional de áreas protegidas por su diversidad ecológica. Ubicada en el río Guayas, a 800 metros de la ciudad portuaria de Guayaquil y perteneciente al cantón Durán. Su situación de protección ecológica complejiza el desarrollo de infraestructuras que promuevan el desarrollo cultural, educativo, la dignificación y revalorización de la memoria colectiva del sitio. Pese a su condición de alto valor ambiental, los índices de necesidades básicas insatisfechas son constantes en la población.
El proyecto surge desde una sinergia entre la fundación Amigos de Santay, profesionales y la comunidad de la isla, con la visión de integrar y gestionar manifestaciones culturales y sociales en el territorio, acercando a la comunidad local y los visitantes con el medio natural y las técnicas constructivas tradicionales, y fortaleciendo la memoria local hacia futuras generaciones.
El observatorio se construye con mano de obra local en las riberas de Babahoyo a 60 km de Guayaquil como continuación de la investigación sobre habitabilidad flotante iniciada con El Refugio del Pescador. Este primer proyecto semilla pretendió revalorizar las casas flotantes constituidas como patrimonio inmaterial de las ciudades costeras del Ecuador. Una vez culminada su construcción se traslada desde Babahoyo hasta Guayaquil a través del río, para finalmente instalarse en el muelle de la isla Santay.
Se trata de una plataforma flotante multifuncional capaz de adaptarse a diversas actividades mediante puertas plegables de paneles prefabricados de madera de balsa que conectan el espacio interior con una galería exterior que mira hacia el río Guayas y la isla Santay. Las cerchas de madera constituyen la estructura de la cubierta a dos aguas que, además de generar nichos habitables, otorga la suficiente altura para generar ventilación e iluminación natural desde sus límites permeables. Finalmente se emplean tablas de madera para el piso y el cielo raso que se extiende fuera del límite habitable para generar protección solar y de lluvias.
El Observatorio reflexiona sobre nuevas posibilidades de habitabilidad sobre el agua, donde la arquitectura se expresa como un espacio convertible y adaptable para artistas locales, visitantes y la comunidad, compartiendo una visión que recupera los sistemas de hábitat flotante tradicionales casi extintos, frente a un desarrollo que se aleja del río como recurso para hacer ciudad.