Los valles chilenos y su desarrollo en torno a la vinicultura son un patrimonio cultural que hoy carece de identidad según nombra Pablo Lacoste, historiador que encabeza la iniciativa por poner en valor la dimensión patrimonial de los viñedos de Chile y convertirlos en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Estudios realizados en 1999 por expertos internacionales, declaran que las condiciones de suelo y clima en el país son perfectas para tener vinos de cualidades extraordinarias, los cuales fueron retomados en 2021 por Gonzalo Rojas y publicado por la Revista Iberoamericana de Viticultura, Agroindustria y Ruralidad (RIVAR), bajo esa consigna se realizó el primer llamado a convertir los viñedos en patrimonio de la humanidad, con el fin de posicionar al territorio y sus productos en el más alto estándar y por ende resignificar las tradiciones y técnicas que llevan aproximadamente 500 años de desarrollo en el país.
“El Paisaje Vitivinícola de Chile posee condiciones irrefutables para ser reconocido a nivel mundial como PATRIMONIO DE LA UNESCO. Se remienda a las autoridades chilenas para presentar la candidatura”. Rojas Aguilera, Gonzalo. (2021). Viñas chilenas como Patrimonio de la Humanidad. RIVAR (Santiago), 8(22), 218-225.
El enfoque de la propuesta busca rescatar principalmente aquellas viñas que posean un carácter rural, manteniendo las tradiciones de siembra, riego y cosecha propias del territorio y la época colonial, además de poseer una historia que diferencie su producción y desarrollo vitivinícola de objetivos industriales. El paisaje cultural de Chile es diverso y distinguido por sus montañas, valles y costas, cada uno de estos posee modos de habitar únicos que se han desarrollado a lo largo de la historia del país y son dignos de ser difundidos, revalorados e impulsados a continuar con su labor, ya que no sólo conforman el paisaje urbano y rural, también enriquecen a los pobladores de tradición, arquitectura e identidad.
“A pesar del discurso de la industria que recomendaba arrancar las cepas tradicionales y plantar la cepa francesa, los campesinos fueron fieles a su identidad, a su legado cultural, y mantuvieron estas viñas, y estas son las viñas que tienen ahora un enorme valor patrimonial. Desde ahí surge esta idea, de la importancia del patrimonio vitivinícola”. Pablo Lacoste, historiador de la Universidad de Santiago de Chile.
Desde los valles centrales hacia el sur de Chile, el paisaje entre ciudades destaca por las explanadas y colinas perfectamente dibujadas por las viñas que se extienden a lo largo del territorio coronadas por sus particulares bodegas. La vitivinicultura es una de las industrias más importantes en el país, que desde la época colonial a fundado la cultura, técnica y tradiciones campesinas. Y que hoy, se podría considerar una puerta de entrada al territorio chileno desde su valor como paisaje cultural.