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Arquitectos: Naso
- Área: 3750 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Maureen M. Evans
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Lago Algo es un centro cultural creado y administrado por CMR y OMR, ubicado en el Bosque de Chapultepec, Ciudad de México. El proyecto arquitectónico consistió en la reprogramación del edificio existente que fue originalmente diseñado por Leónides Guadarrama y Alfonso Ramírez Ponce en 1964 y posteriormente renovado por Javier Sordo Madaleno en 1998.
El objetivo urbano del proyecto es regenerar la segunda sección del Bosque de Chapultepec ofreciendo un nuevo programa público que enfatiza el arte contemporáneo y la comida sostenible, forjando así nuevas tensiones dentro de la infraestructura recreativa y cultural existente del parque.
Notamos que a lo largo de la historia arqueológica del edificio, el objetivo arquitectónico del proyecto original de 1964 era la contención de diferentes espacios contiguos - que juntos formaban un restaurante - mediante un techo de paraboloide hiperboloide. El propósito principal de la renovación espacial de los años 90 fue ofrecer diferentes posibilidades espaciales para la producción de eventos privados, primero agregando nuevos espacios adyacentes a la estructura original y segundo dividiendo el espacio del restaurante existente en dos, lo que espacialmente significó que los visitantes no pudieran apreciar el techo paraboloide hiperboloide completo.
El objetivo principal de nuestro diseño arquitectónico fue comprender el proyecto original y sus diferentes modificaciones y así transformar el edificio en un espacio público de galería y restaurante. Nuestro enfoque fue desarrollar un plan que exhibiera la estructura original del edificio para integrar distintos espacios abiertos que pudieran proporcionar la flexibilidad requerida para que el edificio albergará distintos tipos de exposiciones.
Durante nuestra búsqueda para recuperar el techo previamente fragmentado, decidimos reformular los límites espaciales entre los diferentes espacios a través de la integración de distintos desniveles y muros bajos. Fue así, que decidimos integrar distintos umbrales para separar los diferentes programas y al mismo tiempo conectarlos visualmente. De esta manera, siempre se mantiene la interacción visual con el techo de paraboloide hiperboloide continuo que se considera la principal característica arquitectónica de todo el espacio.
El lenguaje estético de nuestra intervención muestra la estructura original y la crudeza con la que esta fue afectada a lo largo del paso del tiempo. Desnuda y enseña todos sus elementos con la intención de generar un espacio pedagógico en donde es posible apreciar la lógica constructiva del edificio y su techumbre. Al mismo tiempo, la techumbre muestra de forma cruda las distintas cicatrices que exponen los trazos invisibles de las múltiples particiones espaciales que se generaron por cuestiones económicas, políticas y sociales a lo largo de la historia del edificio.