Del 21 al 25 de septiembre, se llevó a cabo el Festival Mextrópoli + XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo en Ciudad de México. En el marco del evento, ArchDaily conversó con el ganador del premio Pritzker 2014, Shigeru Ban, sobre el tema central "Habitar al margen", una propuesta que buscaba visibilizar el trabajo de aquellos que están aportando soluciones a las crecientes necesidades sociales, medioambientales y económicas al margen del sistema.
Shigeru Ban conversó desde su experiencia en torno a proyectos humanitarios tras desastres naturales. Presentó su punto de vista abordando la disponibilidad del material y el papel de la tecnología en el rol de los arquitectos, al mismo tiempo que recordó su anterior encuentro con la ciudad por motivo del terremoto de septiembre de 2017, reflexionando acerca de la importancia de crear un buen equipo de personas para que los proyectos cobren vida.
¿Por qué crees que es importante reflexionar sobre soluciones al margen del sistema?
No creo que ahora sean soluciones al margen del sistema; ya son soluciones que son parte del sistema. Por ejemplo, cuando estuve en Kobe en 1995, que no había arquitectos en la zona de desastre, tal vez los arquitectos no pensaban que caminar en un área de desastre fuera parte del rol de la profesión, pero lo era. Y ahora, en todas partes, cuando voy a un área del desastre y hay tantos arquitectos trabajando, entonces reconocen que esto es parte de nuestro rol. Por lo tanto, ahora ya no hay nada al margen del sistema. Para mí, cualquier cosa disponible es material de construcción de arquitectura. No puedas decir al margen o adentro del sistema. Todo está conectado.
La profesión de los arquitectos ha ido evolucionando muy rápido en los últimos años. ¿Dónde crees que debería estar el foco?
No creo que el rol esté cambiando en absoluto. La arquitectura en especial es un campo muy inusual en comparación con otros. Por ejemplo, la tecnología hace que otras disciplinas o cualquier campo sea mejor, incluso la banca o cualquier cosa. Pero la arquitectura es solo una de las pocas o tal vez una, donde el avance de la tecnología no la hace mejor. Por eso creo que el trabajo profesional no está cambiando.
Los edificios eran mejores hace 100 años, hace 200 años, cuando no había tecnología. La tecnología avanzada de la computadora hace que sea más fácil de diseñar, más fácil de construir. Pero la calidad está empeorando y empeorando. De modo que no creo que el papel de la arquitectura y nuestro campo esté cambiando drásticamente, ni siquiera por la tecnología.
¿Por qué crees que es importante seguir volviendo a esos países donde las crisis suceden todo el tiempo?
En primer lugar, desafortunadamente, no puedo ir a todas partes. Por ejemplo, el mes pasado hubo una gran inundación en Pakistán. Dejé de viajar porque no conocía a nadie en Pakistán. Entonces llamé a mis contactos, mi amigo en la India, para ver de interesar a alguien. Pero aún así, fue difícil hacer la organización allí. Incluso hace cinco años que vine aquí, a México, para ver el área del desastre, conocí a algunos arquitectos y personas, pero no pasó nada. Primero tengo que ir solo para hacer el equipo y cuando tenga éxito en hacer un buen equipo, el proyecto puede suceder y avanzar.
Recuerdo también Ecuador en 2016, fui y nos encontramos con el primer prototipo, pero no pude hacer la recaudación de fondos, por lo que el proyecto no se movió. No siempre lo logro. Pero lo importante es que voy allí para encontrarme con alguien. Y si tengo suerte, de conocer buena gente y hacer un buen equipo, puedo hacer algunos proyectos. Pero lo importante es conocerse, porque cada ocasión es diferente. Crear un equipo es lo más importante.
¿Qué le dirías a las nuevas generaciones que están enfrentando este nuevo mundo con muchas crisis?
Cuando era estudiante, a nadie le interesaba hablar de desastres. Pero ahora hay tantos estudiantes de arquitectura que realmente ayudan en los proyectos. Les interesa trabajar con la sociedad y para la sociedad. Sin embargo, lo difícil aquí es entender que no debemos depender de las tecnologías.
