La buena arquitectura no olvida por qué y para quién existe

Junto a la editorial gestalten hemos publicado recientemente nuestro primer libro: The ArchDaily Guide to Good Architecture. Una pausa para mirar hacia los más de 40.000 proyectos curados durante los últimos 15 años, para extraer sus aportes y responder una ambiciosa pregunta: ¿Qué es la buena arquitectura?

Quisimos que ustedes -nuestros queridos lectores- afrontaran también esta interrogante con una convocatoria abierta de opiniones. Luego de leer una inmensa cantidad de comentarios recibidos, tanto de profesionales de la construcción, como de estudiantes e interesados en la arquitectura, fue una sorpresa encontrar de forma generalizada coincidencias en entender primero que la buena arquitectura no olvida por qué y para quién existe. Lee algunas de las principales respuestas, a continuación.

Creo que una buena arquitectura es la que no olvida por qué y para quien existe, la buena arquitectura es la que se mantiene firme a el hecho de ser una necesidad y no un producto meramente comercial, que proyecta con el fin de dignificar la calidad de vida sin importar la condición social ya que todos merecemos función y estética con el recurso con el que se cuenta y esto solo se puede lograr volviendo a humanizar nuestro trabajo para todos porque la arquitectura no es cuestión de lujo y rapidez sino también de paciencia e inteligencia. Saber proyectar hace la diferencia entre hacer para unos cuantos arquitectura pensada, analítica o solo “bonita”. - Eva Mondragon, arquitecta mexicana.

Es mas fácil determinar que no es "la buena arquitectura". La misma no esta determinada por las modas, no se somete a estándares de clases sociales, no tiene que ver con el lujo o el ego que lleven los arquitectos. La buena arquitectura se traduce en el grado de satisfacción de las necesidades del usuario, que será quien determine si la construcción, a pesar del paso del tiempo, se adapte a las necesidades cambiantes no solo de aquellos que la habiten sino también del entorno y el contexto donde se lo sitúe. - Julian Bernasconi, arquitecto de Argentina.

Cualificar de buena -y por tanto mala- una disciplina que ya de por si carga la responsabilidad de adherirse a los límites del arte a la vez que otorgar soluciones tangibles a necesidades de resguardo es enfatizar ocultamente -y quizá sin previsión- la necesidad de retomar la teorización de la misma, así como impedir que esta quede rebasada por una práctica cuyo cuestionable incremento de presencia en una época hiperconectada propicia la creación de narrativas relativas a nuevas tendencias y estilos sin sustento claro y dirigidos por intereses particulares diversos. La necesidad de mesurar, categorizar, etiquetar, nombrar, -entre otros modelos de entendimiento- adscriben toda debelación en el significado. Decir de la arquitectura ser buena es despertar subjetividades, no obstante, algunas coincidencias se presentan de la mano con sus respectivos interrogantes. Así pues, queda pensar, la arquitectura a la que refieren los arquitectos ¿es la misma que aquella a la que remiten los críticos, los constructores, los obreros, los habitantes?, ¿De qué hablamos cuando hablamos de arquitectura?, ¿Cuál es el fin de la misma, atender a una necesidad? ¿es acaso la más útil de las artes, o es acaso la expresión más artística de las soluciones de resguardo?, ¿a que alude la cualidad de “buena arquitectura”? - Santiago P. Vejar, estudiante de arquitectura de México.

La buena arquitectura no se cataloga como vieja o nueva, avangarde contemporánea, en voga o pasada de moda, sofisticada por sus acabados o pobre o autóctona, rupestre o vernácula. La buena arquitectura dice su tiempo sin necesidad de aferrarse a este y a la vez -- no tiene tiempo -- de la misma manera como la vigencia del cuerpo humano, la sociedad y sus emociones. La buena arquitectura puede indicar lugar, clima luz y sombra -- y usa su materialidad para rascar, abrazar y levantar el espíritu del espacio creado y el espíritu de los ocupantes o visitantes. La buena arquitectura tiene el deber de ir más allá de ser pura construcción -- o ingenio técnico -- pero a la vez -- puede estar oculta dentro de soluciones técnicas o simples sin ser simplistas. La buena arquitectura es visión plasmada, como una respuesta firme ante necesidades físicas, metafísicas y/o espirituales. Uno puede ser firme sin la necesidad de ser arrogante ni menos soberbio. La buena arquitectura se concibe en el salón de clase, en el taller o en los grandes buros, de la misma manera -- sin diferencia. Mi maestro me dijo: "... Para ser un buen arquitecto se necesita: la habilidad de un relojero - que manejaría el tiempo; la sencillez de un zapatero que calzaría el peso y el paso del cotidiano vivir; la buena aguja de un buen sastre o costurera que te envuelva el alma; y más aun, la profundidad de un poeta que buscaría incansablemente, la razón de la vida. - Waldo Enrique Mariscal Pelaez, arquitecto desde Rusia.

Como estudiante a punto de egresar de la carrera de arquitectura he alcanzado a notar las distintas teorías y corrientes que existen, surgen y se van repitiendo en torno a una misma discusión cíclica de la disciplina, ¿Qué es la buena arquitectura? La forma y la función específica se van relegando poco a poco, surgen la versatilidad, la espontaneidad, la sustentabilidad y la cotidianidad de las actividades humanas como conceptos focales, el nuevo lente de nuestro periscopio, un lente que sumo a mi propio pensamiento como una representación de los desafíos y fascinaciones contemporáneos. Desde este antecedente, la buena arquitectura, para mí, es la que no fantasea con ser, sino que es. Es un lugar para conciliar un acto elemental del ser humano, capaz de adaptarse a la variabilidad de él mismo, logrando abrazar sus intenciones y no empujándolo a ellas. La arquitectura, la buena, es aquel proyecto que toma las condiciones contextuales y las materializa convirtiendo lo cotidiano, en lo mismo, lo cotidiano de una forma respetuosa y consciente. Caminar por la calle, esperar en el lobby de un edificio, cocinar y trabajar en mi vivienda, son actos que no cambiaran, pero se adaptan y se dignifican a través del reconocimiento de los factores contextuales en todas sus dimensiones; sociales, ambientales, urbanas, etc. Manteniendo la humildad de nuestra huella, reconociendo y entregando, con afecto, belleza, una experiencia consciente y significativa sin presunción de lo que puede o no hacer. Utilizar la tierra arcillosa y enrojecer bermellón el color del hormigón, subsanando los recursos locales, integrando una comunidad y reformulando un espacio cotidiano para una estudiante, una profesora, un padre o un joven, dignifica el diario vivir de una escuela en sus propias condiciones, una experiencia significativa que resulta ser la mediadora entre quien lo habita, lo que hace y donde lo hace, en la buena arquitectura. - Johan Ramírez Correa, arquitecto chileno.

La buena arquitectura, es aquella que contempla los signos del tiempo, que utiliza toda la gama de la tecnología y tradiciones constructivas del lugar, desde un bloque de barro hasta una piel de titanio, de acuerdo a lo que esté al alcance de la región donde se construya para generar la mínima huella de carbono. La buena arquitectura contempla los costos reales y brinda la mejor propuesta de acuerdo al presupuesto asignado a la obra y su minimo impacto en el planeta. La buena arquitectura no es una carta abierta a caprichos de diseño, es un lienzo donde se experimenta desde lo conocido hasta lo propositivo que pueda marcar un antes y un después de que esa obra se diseña o construye. La buena arquitectura es Humanista, debe generar emociones y crear espacios que conmuevan a quien los habita. Se apoya en la Ingeniería para llevar los espacios imaginados a otra realidad de lo hasta ese momento conocido, es la materialización de lo imaginario, poesía hecha obra. La buena arquitectura es la ingeniosa combinación del alfabeto de la tecnica para crear obras tectónico-literarias que marcan su paso por el tiempo. - Alberto Guillén, arquitecto de Costa Rica.

Este artículo es parte de los temas de ArchDaily: ¿Qué es una buena arquitectura?, presentado por nuestro primer libro: The ArchDaily Guide to Good Architecture. Cada mes exploramos un tema en profundidad a través de artículos, entrevistas, noticias y obras. Conoce más sobre nuestros temas. Y como siempre, en ArchDaily valoramos las contribuciones de nuestros lectores. Si quieres postular un artículo o una obra, contáctanos.

Sobre este autor/a
Cita: Fabian Dejtiar. "La buena arquitectura no olvida por qué y para quién existe" 09 oct 2022. ArchDaily Colombia. Accedido el . <https://www.archdaily.co/co/990066/la-buena-arquitectura-no-olvida-por-que-y-para-quien-existe> ISSN 0719-8914

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