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Arquitectos: Taller de Arquitectura Miguel Montor
- Año: 2022
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Fotografías:Onnis Luque
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Proveedores: Basaltex, Cemex, Cuprum, Hafele, Supra Desarrollos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Proyecto que forma parte de un programa planteado en el municipio de Tultepec, Estado de México. Entidad en desarrollo reconocida por su trabajo con la pirotécnica ya que por muchos años ha sido su foco de actividad económica a nivel nacional e internacional. Tras un estudio minucioso por parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano SEDATU surgen necesidades dentro del marco de los Programas de Mejoramiento Urbano PMU de esta entidad. Bajo este planteamiento, la Secretaría en conjunto con el departamento de urbanistas, buscaba equipar áreas de interés en esta localidad consiguiendo así una mejora urbana y recuperación económica. Como parte de la solicitud para la recuperación económica post pandemia se planteó que a lo largo de la construcción de los proyectos se incentivara la mano de obra y el trabajo manual para generar fuentes de trabajo.
Este Programa de Mejoramiento Urbano tiene un enfoque socio cultural y educativo, por lo tanto, dentro de la cartera de posibles proyectos se buscó que uno de ellos aportara un inmueble dentro del rubro educativo. El objetivo es tener más habitantes con acceso a una formación de calidad desde temprana edad. A través de la arquitectura y el urbanismo se atacan problemas de la sociedad, con estas herramientas se busca elevar el nivel educativo de la población y así minimizar problemas como la violencia, inseguridad y el vandalismo. Tras el estudio que arrojó la necesidad de impulsar este rubro se propuso la construcción de un jardín de niños.
Con base en nuestra experiencia fijamos una postura que pretende dar la posibilidad de futuros usos a los proyectos No solo buscamos cubrir la necesidad inicial, sino que procuramos que los inmuebles se puedan convertir en un pretexto para que haya una apropiación social y que estos funcionen en un futuro para más fines. Con esta visión hacemos proyectos con esquemas que a través del tiempo puedan tener otro uso, una primera, segunda, tercera o cuarta vida. El motor que rige el diseño de este proyecto es atender a las necesidades y posibilidades que se presentan en esta etapa nuestros principales usuarios, los niños. Pensamos en la edad de quienes les toca estudiar ahí para que mediante la forma, secuencia espacial y volumetría fuera posible la realización pura de la educación al ayudar al niño a desarrollar experiencias e identificarse dentro de la escuela.
Como resultado de nuestra experiencia y diversos estudios siempre hemos tenido presente la inquietud de que un aula eficiente no es cuadrada. Este es uno de los motivos por lo que buscamos borrar cualquier arista al bolear las esquinas de las aulas. Por otra parte, este gesto genera un ambiente seguro para los infantes y de transiciones no lineales que causan menos tensión en el recorrido de los espacios, procurando una sensación inconsciente de seguridad para sus alumnos al existir menos filos y ángulos.
Pensamos que en medida de que la luz fuera más homogénea en los espacios de transición existiría un mayor confort, así fue que buscamos que la luz cenital fuera transmitida por geometrías omnidireccionales, es proyectada a través de tragaluces circulares por el que pasa a los intersticios de las aulas. Esta entrada de luz se extiende sin dirección ni quiebres lo que permite una iluminación envolvente. El impedir que la luz se enmarque conlleva una sensación de tranquilidad que provoca la permanencia en los espacios, siendo esto lo que buscábamos. Pensamos que la educación no solo se lleva a cabo dentro de las aulas sino fuera de ellas por lo que el espacio entre estas es de gran importancia en el proyecto. La orientación específica de cada aula promueve la permanencia en los espacios transitorios. Por medio del giro de los volúmenes de las aulas buscamos generar esta estática que invite al alumno a quedarse.
Buscamos crear un ambiente de entendimiento universal a través de los sentidos, por lo que la experiencia sensorial del inmueble es presentada en distintas facetas. La presencia de una amplia gama de texturas desencadena estudios tanto táctiles como visuales. La materialidad de los muros se desarrolló considerando una textura específica para que los niños tocaran y experimentaran un estímulo sensorial. La conexión exterior e interior de las aulas se da gracias a la visibilidad provocada en los accesos que conecta visualmente dichas áreas. Las aulas tienen la posibilidad de fragmentarse en dos si fuera requerido en algún momento. Las voluntades geométricas específicas dan como resultado la textura perceptible en el despiece de pisos y losas. La paleta vegetal atiende a una mezcla de olores y colores con el objetivo de ser un estímulo sensorial para los niños. Incentivando el conocimiento sensorial de su entorno de una manera dirigida dentro del desarrollo de los infantes se busca que olfativamente haya versatilidad de experiencias.