-
Arquitectos: SUPERVOID
- Año: 2022
-
Fotografías:Giorgio de Vecchi
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Campagna Romana es el contexto de la reurbanización del Borgo della Mistica, una finca de principios del siglo XX. El proyecto forma parte de una intervención urbana más amplia en una zona periférica de la ciudad, típica del paisaje romano periférico, en la que coexisten elementos contradictorios: ruinas arqueológicas monumentales, zonas industriales no planificadas, la carretera principal, algunos fragmentos de campo encajados en la ciudad y, por último, nuevos equipamientos públicos. El fondo mítico de numerosos viajes a Italia en la época del grand tour es, por tanto, hoy una condición paisajística fragmentaria, en la que el proyecto se encarga de reconstruir un sistema y relacionar las partes.
El emplazamiento del proyecto está formado por fincas, o más bien por un conjunto de artefactos y granjas que tuvieron una función productiva y han caído en desuso. También dentro de la finca se encuentran los restos monumentales del acueducto de Alessandrino, que, al igual que las vías consulares, se extiende hacia el centro de la ciudad. El lugar se encuentra en la intersección entre dos sistemas territoriales: el sistema vial radial de las calles consulares y la carretera principal de circunvalación, junto con el sistema de infraestructuras hídricas, compuesto por canales y acueductos.
El proyecto de rehabilitación se erige también en signo infraestructural, resumido en la inclusión de un sistema de circulación, un pórtico de 110x55 metros dentro de la finca, que se reconfigura precisamente con la inserción de esta figura arquetípica de la arquitectura romana. El pórtico crea un nuevo patio entre los edificios existentes, definiendo un espacio donde se combinan fragmentos del paisaje para hacer un jardín.
Marcando una clara ruptura con el desarrollo no planificado de esta zona urbana, los proyectos aportan un cierto grado de orden y establecen nuevas relaciones entre los interiores de los edificios, la zona protegida del patio y el ruidoso entorno. Se trata de un intento de definir el vacío no como una negación, sino como la condición para permitir que se establezcan nuevas relaciones entre la arquitectura existente, el patrimonio agrícola, las plantas y los seres humanos.
La primera etapa se caracterizó por un pasillo en cuatro de sus lados y un pórtico apoyado en una doble columnata, en donde le siguieron varias iteraciones del proyecto. El pórtico previsto tuvo que adaptarse a nuevas necesidades funcionales y de contención de costes, y finalmente se convirtió en un camino, pero la idea del sistema logró resistir de alguna manera las diversas modificaciones y posibilidades de ejecución del proyecto.
El tratamiento de las fachadas exteriores de los edificios existentes implica el uso del mismo color rojo típico de las granjas romanas en los diferentes materiales de construcción, a saber, ladrillo, mampostería de piedra toba y superficies enlucidas, para restaurar una sensación de unidad volumétrica.