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Arquitectos: FB+ estudio
- Área: 50 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Nicolás Provoste
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Proveedores: Archicad, Aserrio El Bosque, Kubiec, SketchUp
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto busca brindar un refugio a la familia que lo habita (1 pareja y 2 hijos), que frecuentemente acampaba en el bosque de pinos donde se implanta; escogimos 5 árboles, los cuales unimos con vigas metálicas (pintadas de rosa - teoría del color), para generar la estructura del piso y de la cubierta respectivamente, generando así 2 niveles habitables: la pendiente transversal del terreno generó la Planta Baja-mirador, donde a su vez es el área de BBQ, con una cocina de barro “moldeada” en el talud natural del terreno.
La planta baja donde se desarrolla el programa de vivienda (cocinar, estar, dormir y mirar), tiene una mampostería de “canteras” de pino sujetas a una estructura de madera; posee un mesón de preparación y una hornilla para cocinar; un sofá cama y una estufa-chimenea de leña que genera calor interno; sobe el sofá cama existe una litera de 4,5 m2 que ocupa la doble altura que genera la inclinación de la cubierta, desde donde se descansa, juega y admira el paisaje externo.
En la parte posterior externa, se ubicó el baño donde se recircula el agua de lluvia recolectada desde la cubierta.
No intervenir en el terreno natural, sino suspender la casa en los árboles fue la estrategia principal, para lo cual los soportes de la estructura metálica del piso y la cubierta fueron el primer paso del diseño, investigando referencias de anclaje a un árbol vivo, donde elegimos la menos dañina, sujetarnos de cada uno con un sistema de abrazaderas, simulando las espuelas utilizadas para escalar árboles.
Una terraza externa, envuelve una de las esquinas de la casa, que mira hacia el paisaje lateral que emerge entre las montañas del valle de Loja; para los pasamanos y escaleras reciclamos troncos del lugar entrelazados por fibra vegetal.
Proteger el fuego de la familia ha sido el reto principal de este proyecto, el tiempo pasa y la casa sigue envejeciendo dignamente junto a los pinos que la sostienen, soportando el duro clima y el poco crecimiento de los árboles, entre vientos y mareas terrestres.