¿Por qué es importante? World Wetlands Day presenta un futuro desalentador: "35% de los humedales del mundo han desaparecido en los últimos 50 años". Y no sólo son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales del mundo, sino que están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
Los humedales son ecosistemas que desempeñan un papel importante en el equilibrio ambiental, pero en los últimos años, estos han sido objeto de degradación y de la destrucción a manos de la actividad humana. Aquí, la construcción de urbanizaciones y la explotación de recursos naturales tiene un papel fundamental.
Desde la arquitectura y el urbanismo, es necesario adoptar un enfoque sostenible para preservar y restaurar estos ecosistemas. Esto incluye tanto que las políticas públicas se hagan cargo de la creación de áreas protegidas, la regulación de actividades económicas dañinas y la educación ambiental, como que desde la disciplina fomentemos y adoptemos prácticas sostenibles. Por ejemplo, incorporando soluciones que permitan la filtración de aguas residuales, evitando así la contaminación de aguas, o promoviendo la integración y creación de humedales en el paisaje urbano y fomentar su uso recreativo, educativo y turístico, para que la sociedad los pueda apreciar y valorar.
A continuación, les presentamos un interesante caso: El Parque Rachel de Queiroz en Fortaleza, Brasil, diseñado por Architectus S/S en el 2022.
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Recientemente inaugurado, rescata un área degradada que fue durante muchos años motivo de preocupación para la población del barrio Presidente Kennedy. El sitio, era un gran baldío, ocupado por un vertedero irregular y un alcantarillado clandestino. Esta situación contribuyó para agravar la contaminación del arroyo Cachoeirinha, un recurso hídrico que corta el terreno y estructura la mayor área del parque lineal. Además, debido al intenso proceso de densificación en esta región de la ciudad y la consecuente reducción de áreas permeables en los alrededores, las inundaciones se hicieron más frecuentes debido a la sobrecarga del sistema de drenaje pluvial.
Considerando ser un terreno afectado por inundaciones, el proyecto del Parque Raquel de Queiroz adoptó el drenaje como eje estructurador. Para mejorar la calidad del agua del Riacho Cachoeirinha, así como crear un sistema de amortiguación de inundaciones, se utilizó una técnica de humedal. Basado en los estudios hidrológicos, se propusieron 9 lagos artificiales interconectados que realizan un proceso de filtrado natural de las aguas del arroyo y las pluviales, mediante el proceso de decantación y fitorremediación. Este proceso lo llevan a cabo microorganismos que se fijan tanto en la superficie del suelo como en las raíces de las plantas acuáticas de los estanques.
Ósea, además de marcar el espacio del Parque con su potencial paisajístico, los lagos artificiales son una estrategia fundamental para la recuperación ambiental del área sin excluir el uso urbano exigido por la comunidad de vecinos. Unido a esto, la implementación de áreas verdes, que implicó movimiento de tierras y la siembra de alrededor de 600 árboles, fue fundamental para mejorar las condiciones para el desarrollo de la fauna y flora local. Tras la apertura de este tramo del Parque, los visitantes se han acostumbrado a ver diferentes especies del ecosistema autóctono en medio del paisaje urbano.