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Arquitectos: Triangular
- Área: 2000 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Nico Saieh, Ximena Muñoz
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Proveedores: GLASSTECH, Topwood
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El encargo consistió en el diseño de un Centro de Eventos para 1.000 personas ubicado Santiago de Chile. El terreno tenía el potencial de que existían ruinas de una antigua casona del siglo XIX emplazada sobre una pequeña colina.
A través de un trabajo con Arqueólogos, se rescató la totalidad de los muros de mampostería en piedra y albañilería que quedaban en el lugar. La limpieza y retiro de tierras acumuladas por terremotos y saqueos, reveló la importancia y elegancia de la ruina, transformándolos en elementos que podrían ser protagonistas dentro de la propuesta arquitectónica.
De esta manera, el concepto principal fue poner en valor los vestigios y las materialidades originales de la ruina existente para que funcionen como un telón de fondo del centro de eventos, buscando construir solo los elementos esenciales requeridos para los nuevos usos y programas.
El proyecto se integra entremedio de un sistema de muros, patios y explanadas que configuran espacios interiores, de ampliación o coctel; emplazándose entre las ruinas de la casona, lo que le permite contar con una vista privilegiada sobre el sector, y a su vez transformarse en un hito urbano reconocible para la comuna.
El proyecto plantea 2 grandes “barras de madera” herméticas que contienen las zonas de servicios y administración requeridas para un Centro de Eventos. En una se ubican todos baños, zonas administrativas y de apoyo a invitados. En la otra, se ubican las cocinas, bodegas, equipamiento y servicios para proveedores. Se realizó la recuperación de pavimentos originales, reforzamiento de muros perimetrales, y limpieza de paramentos verticales de ladrillo y piedra.
Entre los muros existentes de ruinas y estas barras programáticas, se proponen 4 muros en Hormigón Armado vistos, distribuidos estructuralmente para disminuir deformaciones ante sismos, que soportan una gran cubierta de acero y madera suspendida de 1.100 m2 que sombrea y configura el gran Salón de Eventos.
Con esto, se logra un espacio amplio libre de pilares, con cerramientos acristalados de cinco metros de altura en todo el perímetro, “abriendo” peatonal y visualmente los espacios interiores hacia las ruinas adyacentes y entornos geográficos. Además, estos cerramientos contienen grandes portones acristalados móviles, lo que permite ventilar naturalmente este espacio, disminuyendo su demanda de consumo de climatización y conectando al salón con el sistema de patios a distintos niveles de la zona de ruinas.
Así, el proyecto busca una articulación entre una arquitectura vanguardista y la recuperación de una arquitectura patrimonial que fue testigo de esta época histórica para Chile. Se busca que, por una parte, se diferencie claramente que es nuevo y que es patrimonial; y por otra, que los nuevos elementos se integren respetuosamente en proporción y escala entre las ruinas existentes.
La reconstrucción de la planta original de la casona a través de dibujos de muros de albañilería en el piso del salón principal, fue parte de las operaciones para mostrar la escala y magnitud de la edificación original que ya no estaba.
El trabajo de paisajismo fue clave para la reintegración del proyecto con su contexto y para potenciar el uso de explanadas exteriores originales como zonas de cóctel, utilizando especies nativas y de bajo consumo de agua.
A su vez, el trabajo de iluminación desde el suelo en muros de la Ruina, pone en manifiesto la relevancia y peso de estos dentro del proyecto, en contraste con transparencia y levedad del salón y su cubierta de madera.