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Arquitectos: Gustavo Penna Arquiteto e Associados
- Área: 11511 m²
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Fotografias:Leonardo Finotti, Txai Ilg
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Proveedores: Art Versátil, Miaki, Prodomo, Vidraçaria Bom Pastor
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Historia, vocación, trabajo y fe. Desde sus orígenes en las remotas tierras de Abisinia, el café encuentra su terreno elegido en Brasil. Minas Gerais, hoy la principal región productora, mezcló su oro con su café. Nacida en Carmo de Minas, Carmo Coffees trabaja bajo la premisa de que la calidad viene del respeto, del cuidado con toda la cadena productiva. Así, la verdadera asociación con los productores de café genera excelencia. La transparencia y la ética en el proceso transforman el fruto final en una joya de inmenso valor humano añadido. Esta venerada filosofía de trabajo merece un hogar generoso, un lugar sólido, un gesto de magnanimidad y generosidad, que marque su presencia y se convierta en un símbolo.
Situado en una zona estratégica, al borde de la carretera BR-381, el lugar exige una forma notable. La rapidez de la vista desde la autopista nos llevó a la gran horizontal: claridad y fuerza en una sola forma. Sobre esta base se imprime el objeto de nuestra reverencia: un hueco, cóncavo, translúcido, del color del café tostado.
Imaginamos la evidencia de algo en movimiento, transportado a todos los rincones del planeta. De ahí esta forma reentrante, abierta en la parte superior como una claraboya, la entrada de la luz del sol, y por la noche, la expresión de la luz interior. Nuestra intención es mostrar amor por el trabajo realizado. El amor es celo, cuidado, interés, conocimiento, cooperación, solidaridad, compañerismo. Al fin y al cabo, el café invita a reunirse, a compartir, a encontrarse, a hacer una pausa. El ambiente resultante es necesariamente solemne, porque quizá sea el único momento en que estas cualidades se reúnan para demostrar el significado de la actitud de afirmar la calidad de nuestro café.
Entramos por un portal de chapa perforada de grano cosechado. En el suelo, el mapa de la región productora. A la derecha, el café como objeto precioso en sus fases de elaboración. Arriba, el nombre de las fincas, los productores, nuestros héroes. Al fondo, el grano de café translúcido sublimado es la expresión más simbólica de este entorno ritual.
Desde allí subimos y caminamos a la sombra de un túnel del museo: la experiencia de un recorrido que cuenta la historia y conduce al gran almacén, visto desde arriba. Abajo, en la zona de microlotes, podemos detenernos y admirar el procesamiento del café. En la segunda planta, toda la zona administrativa se desarrolla en torno a un gran patio abierto, que aporta luz y relajación al entorno.
Nuestro proyecto crea un guión instigador, compuesto de momentos poderosos, pocos elementos expresivos para dejar una impresión fuerte y verdadera. Utilizamos los valores verdaderos, auténticos y directos, valores duraderos en constante transformación.