Formado en Estados Unidos (Princeton y Cornell), el joven arquitecto mexicano Isidoro Michan-Guindi estableció su estudio en Ciudad de México hace apenas 4 años, en 2019. Michan-Guindi es relativamente desconocido dentro de la escena arquitectónica mexicana, sin embargo, su estudio es un complejo laboratorio en el que conviven multitud de proyectos materializados a través de prototipos de cartón, modelos de hormigón pigmentado, piezas electro-robóticas y moldes de aluminio; todas ellas se transforman en inteligentes propuestas arquitectónicas, que van desde objetos cotidianos, como picaportes, hasta torres de viviendas.
A través de una constante exploración mediante maquetas, ha desarrollado una apasionante obra que cuestiona las nociones arquitectónicas más básicas como son la composición, la gravedad, la comodidad y la funcionalidad. Sus propuestas conjugan cualidades relacionadas con lo animal junto a cierta rareza formal, que invitan al espectador a observar detenidamente. Mediante su trabajo, invoca un mundo similar al de Hejduk con cuernos diabólicos, personajes de otro mundo, formas con alma y taburetes autopropulsados; provocando un sugerente choque entre lo absurdo y lo verosímil.
En esta ocasión, se presentaron algunas de sus principales obras a través de modelos en diversos formatos, complementados por una serie de imágenes en las que, mediante breves acercamientos a su taller, se ofrece la posibilidad de continuar descifrando su universo de criaturas híbridas.
Observando los modelos a gran escala de Isidoro Michán-Guindi, uno no puede dejar de pensar lo que una forma particular de hacer piezas a escala nos cuenta sobre la arquitectura en sí misma, más que sobre las piezas per se. En las de la casa columna, la torre con cuatro patas, o el edificio espiral, lo primero que sorprende es la necesidad de encontrar una manera de evaluar su presencia. Son inusualmente grandes. Representan la realidad a una escala tal que su tamaño hace que el cuerpo se vea confrontado de igual a igual con ellas. En su presencia, uno se ve empujado a establecer una relación que no puede ser meramente contemplativa, de lectura de la realidad que representan o de apreciación de sus cualidades. Parece que el cuerpo se moviliza, pero en realidad, lo que se pone en marcha es una forma inusual de relacionarse con ellas y de apreciarlas.
- Cristina Díaz y Efrén García. "Cabezas, faldas, patas"
Esta exposición se realizó gracias al apoyo de Gerdau Corsa, CREST, Grupo Habita, Graham Foundation y Panel Rey. La pieza sonora fue realizada por Julio Cann, el video de la exposición estuvo a cargo de Arturo Arrieta. Por su parte, Sina Ozbudun colaboró en la Torre de cuatro patas (2018) y Edificio con rampa (2019) y de Mads Bjorn Christiansen en Casa Columna (2021) y Edificio con sombrero (2022). El equipo estuvo conformado por Angélica Sarmiento, Luis Iván Méndez, Emmanuel Durán, Mariel Avilés y Julián Castelán.
Para más información sobre el espacio expositivo visita LIGA.