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Arquitectos: Andrés Galera
- Área: 89 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Juanca Lagares
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este Aula NEE es proyectada como una unidad semi autónoma para atender y satisfacer las necesidades de los alumnos y alumnas con autismo y que pueda funcionar de forma independiente en algunos momentos del curso escolar según las circunstancias docentes lo requieran. El programa está compuesto por un espacio principal de aula, un aseo adaptado, un espacio cubierto exterior y una zona de huertos.
Desde los inicios de la concepción de la propuesta arquitectónica se evitaba exclusivamente proyectar un aula, existiendo un compromiso social. La singularidad de los usuarios y del emplazamiento propuesto para este proyecto requerían de una reflexión más compleja para generar un espacio adaptado a las necesidades reales, priorizando la calidad de vida de sus habitantes y de la comunidad. En este caso, habitar el margen aparece en dos de los ejes principales de la propuesta arquitectónica.
Se propone extender la zona habitada del aula a los espacios intermedios de transición interior-exterior, sin limitarse a una actuación interior como sistema que se resiste a cambiar. El habitar del límite permite disponer de una diversidad de espacios que contribuyen a apoyar y mejorar el modelo docente de este colectivo de alumnos y alumnas y que permiten aumentar la estimulación de sus sentidos. Esta ruptura de los márgenes, sin identificarse claramente donde se encuentra el límite entre interior y exterior o entre aula y patio, permite concebir un ámbito continuo y único funcionando como un conjunto.
Los condicionantes de partida dados son especialmente adversos para la tipología edificatoria planteada. Por una parte, la superficie donde debe ubicarse el nuevo aula es excesivamente alargada para tratarse de un espacio docente, con unas dimensiones de ancho inferiores a los 5 metros. Por otra parte, el nuevo edificio está deprimido prácticamente 3 metros respecto a las parcelas colindantes, por lo tanto, los dos paramentos de mayor dimensión del edificio son medianeras, con los problemas que supone eso en términos de iluminación natural del espacio interior habitable.
Se propone una serie de planos inclinados que cubran el espacio entre los dos elementos medianeros y que permitan con ello hacerlo lo más diáfano y abierto posible, ya que de partida son dimensiones mínimas. Con el juego de planos inclinados se creará un lucernario con el objetivo de iluminar la zona norte del aula, ya que con el hueco sur no es suficiente. Este dinamismo de la cubierta permite también crear una vinculación visual entre los espacios del aula con los del resto del patio del colegio al Sur y al Norte con la calle a una cota superior.
El cambio de altura del techo y sobre todo el gradiente de la iluminación natural, permite crear espacio de mayor actividad en las zonas con mayor iluminación y altura libre y espacios de reposo en las zonas menos iluminadas y con una altura libre menor. A su vez se proyecta un espacio colchón entre el interior del aula y el patio. Un aula exterior cubierta resguardada y exclusiva para estos alumnos. Como espacio de esparcimiento exterior se crea una superficie acotada que sirve como huerto de jardín de hierbas aromáticas, estimulando los sentidos de los alumnos y el contacto con el medio natural. El edificio cuenta con una calificación energética A siendo un edificio de consumo casi nulo.