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Arquitectos: Estudio Nómade
- Área: 154 m²
- Año: 2014
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Fotografías:Luis Barandiarán
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Proveedores: Hormigon pasalto, Madera Dura
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Habrá historias resguardadas en esta pieza, puertos y lugares remotos imposibles de enumerar. Solo podemos afirmar que aporto la materia prima de base para discutir conceptos, ideas y proponernos operaciones proyectuales que exigieran acciones simultáneas entre tecnología y espacio.
Nos alimentamos de las imágenes que la misma pieza proveía, en entornos rurales, urbanos y suburbanos, elevada en grúas, apiladores, trasladada en barcos o semirremolques, además de un sinnúmero de situaciones y relaciones que se transformaron en argumentos, bocetos y volumetrías.
Si bien consideramos que el proyecto es naturalmente incierto, nos propusimos acentuar esa idea de saltar al vacío entendiendo que frente a las restricciones nacen nuevos grados de libertad. Sin lugar a dudas constituyo una nueva experiencia. Trabajar con un espacio predeterminado, de una impronta tridimensional acentuada, que cobra vida a partir de la obsolescencia respecto de su función origen.
Analizar y decodificar el conteiner nos condujo a estudiar límites y restricciones de una pieza mono material de 2,40 m x 2,40 m x 12.00 m , respuesta dimensional universal, de 4000 kg de peso propio y una capacidad portante de 28000 kg , así surgieron reuniones, aportes , intercambios en el estudio con el Ing. Jorge Maiztegui y en el momento en el cual todo parecía ordenado, Geometría, Centro de Gravedad, Solicitaciones, surgió la asimetría y otra vez al calco, al ensayo , a verificar nuevamente la estructura.
La incertidumbre no termina ahí, quien nos construye las piezas que Jhon y Tomy diseñaron? ¿Quién nos garantiza el cordón de soldaduras y anclajes? Si bien el conteiner estaba montado sobre una estructura, sabíamos que parte de ella tenía la condición de provisoria (sostén y nivelación) y la otra parte de definitiva.
El ajuste milimétrico, es todo un desafío y posiblemente ajeno a nuestro dominio, entonces nos acercamos a los talleres, algunos motivaron la experiencia y otros no tanto…, Pablo diseñador industrial achico la brecha de la incertidumbre, fabricando, mecanizando y ensayando las piezas, pero esto es una de las diferentes etapas del proceso constructivo, necesitábamos encontrar quien garantizara la sustentación in situ, la real, y encontrarnos con Paska (Pavlo Yacoblev) soldador con cuño del Astillero Rio Santiago fue un verdadero hallazgo, todavía no terminamos de entender cómo pudo montar y calibrar cada uno de esos tensores, ajustarlos, entrarlos en carga, solo con nuestras eventuales colaboraciones que no podían superar más allá de alcanzar una herramienta, sostener una pieza, o un mate, gano toda nuestra admiración, respeto y agradecimientos por sus enseñanzas.
Fue todo un evento el retirar el apoyo, cortar y ver que sucedía más allá del cálculo y las verificaciones, nuestra expectativa y la del barrio que lo conocía y lo acepto, incluso hoy es una pequeña referencia urbana, indicativa de direcciones y calles sin números.
Así el proyecto fusiona sensaciones, tecnología y habitabilidad, las fundaciones se transforman en contrapeso y recinto habitable que nos alberga en las largas noches de concursos y recreo de fin de semana, la posibilidad de un ámbito único no solamente responde a condiciones dimensionales, sino también a la idea de un Taller de Arquitectura, en un entorno natural, donde desarrollamos parte de lo que nos apasiona, donde el tiempo pasa y no te das cuenta. Suspenderlo permitió verificar todos sus elementos, encontrar fundamento urbano al liberar la esquina y permitirle a Martin el vecino sostener desde su ventana la perspectiva larga hacia el bosquecito de álamos. Acceder por el piso no cambia las reglas del juego, despierta otras, recupera una cara oculta que se transforma en fachada, la idea de levitar está asociada al habitar y descubrir que un solo elemento nos provee, cubierto, semicubierto y abierto.
La economía en los esfuerzos simples y la expectativa por el mínimo recurso. Entendemos como una experiencia abierta, seguramente inconclusa, imperfecta, con la sana ambición de un mensaje valorando, todxs aquellxs que dejaron una buena parte de trabajo y esfuerzo por concluirlo, incluyendo las opiniones de sobremesa de Jujo y Nacho, críticos siempre, y las posibles que 3 generaciones involucradas en articular la diversidad de conocimientos. Saltar al vacío. Zonas seguras / incertidumbre.