En una búsqueda por poner en valor la riqueza y variedad del patrimonio arquitectónico de la ciudad de Madrid en España, surge “Fachadas de Madrid”, un proyecto de ilustración digital que reúne la representación artística junto con la divulgación arquitectónica. Representando a través de planos de alzado las fachadas de sus edificios más icónicos y emblemáticos como también de aquellos con especial interés desde la perspectiva arquitectónica, histórica o patrimonial, Laura Arribas se encuentra al mando de la producción de esta serie de ilustraciones que crece día a día dejando entrever un estilo intencionadamente técnico con un gran nivel de detalle.
Con el objetivo de crear a largo plazo un catálogo arquitectónico de la ciudad de Madrid, el proyecto persigue lograr que los ciudadanos y ciudadanas se replanteen su relación con el entorno arquitectónico, despertando interés sobre aquellos edificios que ya conocen y de hecho, observan a diario, pero probablemente sin detenerse a fijar su atención. Laura Arribas es arquitecta de interiores por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y con más de 15 años de experiencia profesional en el interiorismo y el diseño, se ha especializado en interiorismo comercial y escenografía corporativa agrupando sus proyectos de ilustración arquitectónica y diseño gráfico bajo la marca El Diseñosaurio.
Este proyecto comenzó siendo una vía de escape mental durante el confinamiento de la primavera de 2020 a causa de la propagación del Covid; Sin poder trabajar, sin poder salir a pasear ni reunirme con nadie, y habiendo pasado por todas y cada una de las fases ya conocidas por todos (negación, aburrimiento, parálisis, desesperación, videollamadas, yoga, ejercicio en el salón, bricolaje y repostería), me di cuenta de que la única actividad que lograba mi total y absoluta concentración era dibujar. Comencé a dibujar el edificio de enfrente (es decir, lo único que se ve desde mi casa) incluyendo detalles como barrotes y barandillas, con una exactitud casi obsesiva. Cuando lo terminé me gustó el resultado, pero había disfrutado aún más el proceso, por lo que, a partir de entonces seguí dibujando, esta vez otros edificios que encontraba interesantes. - Laura Arribas
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A través de una estética atractiva y un lenguaje sencillo, el proceso creativo de cada ilustración involucra una investigación exhaustiva de cada edificio que incluye sus orígenes, contexto histórico, modificaciones con el correr de los años y la razón de su interés arquitectónico en la actualidad. Dependiendo de la complejidad del edificio, cada ilustración puede realizarse dentro de un período que comprende entre 20 y 50 horas, y, además, se acompaña de un texto explicativo, que es producto de dicha investigación y aporta gran valor a la misma.
Hasta el día de hoy, Laura Arribas lleva realizadas 14 ilustraciones de fachadas con diferentes estilos arquitectónicos, que envuelven desde obras clásicas hasta art-déco, racionalistas o modernas. A continuación, presentamos una selección de algunas de ellas junto a extractos de sus investigaciones desarrolladas.
Torres Blancas / Francisco Javier Sáenz de Oiza
Extracto del texto enviado por la autora. Proyectado en 1961 por Francisco Javier Sáenz de Oiza, las obras comenzaron en 1964 y finalizaron en 1969. Fue su primer edificio reconocido internacionalmente. En este experimento habitacional propiciado por el constructor Juan Huarte, el arquitecto quiso fusionar el racionalismo de Le Corbusier (que defendía la construcción de viviendas autónomas en altura con azotea comunitaria ajardinada) con la propuesta organicista de Frank Lloyd Wright (también basada en la verticalidad, pero formalmente más compleja y con referencias a la naturaleza).
Oiza reinterpretó estas dos tendencias aparentemente contradictorias y concibió el proyecto como un edificio que crece de manera orgánica (atravesado verticalmente por escaleras, ascensores, montaplatos y demás instalaciones, como si fueran venas o vasos leñosos que unen las viviendas con el suelo), y que se expande en su parte superior, como un árbol.
Círculo de Bellas Artes / Antonio Palacios
Extracto del texto enviado por la autora. El Círculo de Bellas Artes fue fundado como institución en 1880. Tuvo su sede en diferentes inmuebles de la capital hasta que en 1919 convocó un concurso de proyectos para el que sería su nuevo edificio, situado en el solar rectangular que antiguamente ocupaban los jardines del palacete del Marqués de Casa Riera. El concurso tuvo tres proyectos finalistas (los de los estudios de Secundino Zuazo, Baltasar Hernández Briz y Gustavo Fernández-Balbuena), pero fue declarado desierto. El proyecto de Antonio Palacios fue inicialmente desestimado por superar la altura máxima edificable, pero éste recurrió el fallo, y tras votación de todos los socios del Círculo, su proyecto resultó el elegido.
El edificio es un ejemplo perfecto de arquitectura al servicio de la utilidad, tal y como podemos encontrar en el programa de usos y espacios que aparece en la memoria del proyecto, y que nos da una idea de la variedad de actividades artísticas, culturales y lúdicas que se desarrollaban en su interior.
Es interesante el contraste entre su aspecto exterior sobrio y racionalista, y un interior plagado de detalles barrocos como mármoles, estucados, espejos, capiteles y una impresionante escalera imperial. De esta manera, el proyecto de Palacios consiguió unir la monumentalidad formal y decorativa con la utilidad que requerían las diversas actividades de la institución.
Edificio Carrión – Capitol / Luis Martínez Feduchi y Vicente Eced y Eced
Extracto del texto enviado por la autora. Conocido actualmente como Edificio Capitol, es uno de los edificios más icónicos de Madrid, y fue uno de los primeros edificios "modernos" de la capital. Inauguró el tercer y último tramo de la Gran Vía. Fue encargado directamente por el promotor Enrique Carrión a unos Luis Martínez-Feduchi y Vicente Eced casi recién salidos de la Escuela de Arquitectura.
Con una fachada en la que predominan arenisca, caliza y mármol, formalmente se aprecia la influencia del expresionismo alemán, y más en concreto de Erich Mendelsohn. Al contrario de lo que podríamos pensar, la publicidad no es un añadido posterior, sino que el torreón de 4 pisos que remata el chaflán curvo fue proyectado desde un principio como soporte para rótulos publicitarios luminosos (por su excelente ubicación y perspectiva). Durante años ese lugar lo ocupó un luminoso de Camel, hasta que, en 1972, el mítico neón multicolor de Schweppes ocupó su lugar, convirtiéndose en una de las imágenes más emblemáticas de Madrid.
Depósito Elevado de Chamberí / Diego Martín Montalvo, Luis Moya Idígoras
Extracto del texto enviado por la autora. A principios del siglo XX, la expansión de Madrid hacia el norte y la creciente altura de las viviendas hicieron necesaria la construcción de un depósito elevado que permitiera la llegada de agua con buena presión a los nuevos barrios de Cuatro Caminos, Chamberí y Salamanca. Así, el Depósito Elevado de Chamberí entró en servicio en 1911.
Dejó de funcionar como depósito en 1952 (cuando comenzaron a prestar servicio las instalaciones de Plaza de Castilla) para pasar a un estado de semi abandono durante 30 años, hasta que a mediados de los 80 fue transformado en uno de los espacios expositivos más espectaculares de Madrid, en este caso especializado en fotografía. Se trata de una importante obra de ingeniería civil, que es a la vez una joya del patrimonio industrial con un innegable valor arquitectónico.
Cine Barceló / Luis Gutiérrez Soto
Extracto del texto enviado por la autora. Cuarto cine proyectado por Luis Gutiérrez Soto, y uno de los máximos exponentes del racionalismo español, con ligeros detalles art déco tanto en su decoración interior original como en su fachada, incluyendo elementos propios de esa expresiva corriente, como los ventanales corridos, los voladizos y la esquina curva rematada con torreón.
Neufert lo puso como ejemplo en "El Arte de Proyectar en Arquitectura", pues la distribución diagonal de la planta optimizaba el aprovechamiento del espacio del solar.
Gasolinera Gesa / Casto Fernández-Shaw
Extracto del texto enviado por la autora. Originalmente llamada Estación de Servicio "Petróleos Porto Pi", fue construida en 1927 por Casto Fernández-Shaw, y aunque él mismo se refería a este proyecto como "no atribuible a ningún estilo", se considera una de las tres primeras obras de arquitectura contemporánea racionalista en España. De aspecto sencillo, líneas futuristas y con claras evocaciones a la construcción naval (la torre en forma de escotilla de barco) y aeronáutica (la cubierta, a semejanza de las alas de un avión biplano).
En 1939 pasó a ser propiedad de Gesa, S.L., que sólo sustituyó la rotulación. En 1977 fue demolida casi en su totalidad en una sola noche y de manera ilegal, hecho que provocó la indignación de la prensa especializada, así como las protestas de estudiantes de arquitectura.
No fue hasta casi 20 años más tarde (en 1996) cuando fue reconstruida por la nueva propiedad como condicionante para conseguir la licencia de edificación del Hotel Leonardo, que se encuentra justo detrás, en la misma parcela. Esta reconstrucción fue llevada a cabo por el arquitecto Carlos Loren Butragueño según el proyecto original. Desde 2016, la Gasolinera Gesa está en trámites para ser considerada Bien de Interés Patrimonial.
Casa de Allende / Leonardo Rucabado
Extracto del texto enviado por la autora. La Casa de Allende es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura regionalista en Madrid. Fue proyectada en 1916 por Leonardo Rucabado bajo orden del empresario Tomás de Allende.
Se trata de una fachada que combina piedra caliza y ladrillo, de un marcado estilo ecléctico, y con elementos que hacen referencia a la arquitectura popular, como la repetición de veneras sobre la fachada de ladrillo (que recuerda a la Casa de las Conchas de Salamanca) o el mirador de caoba labrada (típico de las construcciones montañesas del norte de España).
También cuenta con reminiscencias neomudéjares, y profusión de detalles góticos y renacentistas, como columnas estriadas, medallones, cenefas, pináculos, relieves de guirnaldas, osos y otros animales, así como un escudo imperial flanqueado por dos heraldos y un león.
Banco Hispano de Edificación / Casto Fernández-Shaw
Extracto del texto enviado por la autora. El proyecto original es de Emilio Ortiz de Villajos, pero tras la Guerra Civil, en 1944 el arquitecto Casto Fernández-Shaw realiza el rediseño de la fachada, incluyendo el imponente arco central que la caracteriza. Está chapada con piezas de mármol y aplicaciones de bronce que son a su vez soportes de luz.
